En el festival Gribouillis de Burdeos, el éxito de los libros infantiles

En el festival Gribouillis de Burdeos, el éxito de los libros infantiles
En
      el
      festival
      Gribouillis
      de
      Burdeos,
      el
      éxito
      de
      los
      libros
      infantiles
- -

DEn el hangar temporal del Garage Moderne de Burdeos-Bacalan, el olor a aceite de motor se mezcla con el olor a cartón de cientos de libros. El viejo “muscle car”, de un amarillo brillante a pesar de su edad canónica, no desentona con los colores brillantes de las cubiertas de los cómics, mangas, novelas ilustradas y otros álbumes ilustrados que se presentan aquí, en la feria del libro del festival Gribouillis.

Hasta este domingo, unos sesenta autores, ilustradores, libreros y editoriales acuden a presentar su arte. Y entre antologías de “pulp” del siglo pasado, algunos cómics icónicos y novedades serias, el foco está puesto en los niños de todas las edades, desde los más pequeños hasta los adolescentes. “Lo que me gusta son las cosas de miedo”, dice con seriedad Andrea, de cuatro años y medio y con un brazo escayolado, mientras muestra una portada que revela un tren fantasma.

También nos encontramos con Laëtitia, que busca nuevas historias para contarle a Raphaël, de dos años: “Tiene que ser original, fácil de entender y bastante breve. Está empezando a hablar y la mayoría de las veces por mímica gracias a varios libros que le leo”.

“Un mensaje”

«No pretendemos educar a los niños. Ante todo, deben disfrutar leyéndolos, mirándolos y, sobre todo, riéndose. Aunque a veces, en el fondo, también hay un mensaje que transmitir», coincide Valérie Cussaguet, directora de la editorial especializada Les Fourmis rouges. Hojea las páginas de «Poisson-fesse», escrito por Pauline Pinson e ilustrado por Magali La Huche, en el que un pez joven, cuya cabeza parece un trasero, está cansado de que se burlen de él…


Valérie Cussaguet y el “pez trasero”.

A.B.

Continuidad e inspiración

Para los autores, incluso para los que se dirigen a un público más mayor, la infancia nunca está lejos. “Hacer cómics es, en última instancia, una continuación de lo que hacíamos de niños”, explica El Don Guillermo, autor de “Salami Show” y cofundador de Éditions Misma. “Jugábamos con nuestros Lego y ahora nos divertimos creando historias. Todos los niños dibujan, pero nosotros seguimos adelante, nunca paramos”.


Anouk Ricard y Éric Veillé durante un encuentro conjunto en el festival Griboullis.

A.B.

Anouk Ricard, autora de “Animan” y de la serie “Anna et Froga”, también ha recurrido a sus viejos recuerdos para crear “Ducky Coco”, una parodia de western que sigue las historias de un pato en modo Lucky Luke. “En aquella época solo había tres cadenas de televisión, recuerdo haber visto con mis padres las películas de la serie “La última sesión de espiritismo””, explica durante un encuentro conjunto con Éric Veillé. “El arte naif me toca, es el que tiene más sensibilidad… ¡Y en cualquier caso, no sé dibujar de otra manera!”.

Una feria y exposiciones

Este domingo se clausura el salón del libro, pero no marca el final de esta edición de Gribouillis. Varias exposiciones continúan en diferentes lugares de Burdeos. Todavía podemos descubrir los universos de Delphine Durand y Nylso, en el Espace Saint-Rémi hasta el 23 de septiembre, de Manuele Fior en la biblioteca Mériadeck hasta el 23 de octubre y de Gwendoline Desnoyers, en la Bakery Art Gallery hasta el 24 de octubre. Más información en el sitio: festivalgribouillis.fr

-

PREV No soy yo, es la IA, la guía para la estimulación inteligente
NEXT La bomba química de las termitas “kamikaze” revela sus secretos