“Estoy convencido de que la acción que defino ante usted y el equipo de gobierno garantizará que no seremos censurados”, declaró François Bayrou el lunes, pocas horas después de la presentación de su gobierno. Respuesta del líder del Partido Socialista, el martes por la mañana: “Ninguna de las condiciones del pacto de no censura ha sido respetada (…) No hay ninguna razón para conceder nada a este gobierno”, declaró Olivier Faure.
El líder socialista, que había aceptado negociar una especie de pacto de no agresión con François Bayrou, lamentó que no se hubieran respetado sus condiciones: “no depender de la extrema derecha, no más paso contundente al 49.3 y cambio de dirección. Precisó que su grupo podría votar a favor de la censura tan pronto como se publique la declaración de política general del Primer Ministro el 14 de enero.
En lo inmediato, el martes estará dedicado al traspaso de competencias en los ministerios, antes de la reunión de un primer Consejo de Ministros tras las vacaciones, el 3 de enero. Por parte de Bercy, el nuevo ministro de Economía, Éric Lombard, asumió el lunes sus funciones en sustitución de Antoine Armand. El ex director de la Caisse des Dépôts et Consignations pidió inmediatamente “tratar nuestro mal endémico, el déficit”.
Éste será el primer desafío para el equipo de Bayrou: aprobar un presupuesto para 2025 en la Asamblea Nacional, el mismo lugar donde el 4 de diciembre su predecesor Michel Barnier fue derrocado por una moción de censura. El nuevo Primer Ministro espera que la presencia de pesos pesados en su equipo le proteja de ello. En cualquier caso, no tiene previsto pedir confianza a una Asamblea fracturada el 14 de enero.
“Tras esta declaración de política general, habrá una especie de voto de confianza porque probablemente habrá una moción de censura”, afirmó el Primer Ministro, que “respeta el hecho de que las fuerzas políticas “no quieren ser asimilados contra su voluntad a la política gubernamental”.
La Francia insumisa (LFI) ya ha anunciado su intención de presentar una moción de censura. Pero la Agrupación Nacional, el grupo más numeroso de la Asamblea, reiteró una vez más que no censuraría a priori al nuevo gobierno.
Las oposiciones fueron muy duras con el nuevo gobierno, acusando en particular al Primer Ministro de reciclar personalidades que habían fracasado anteriormente. Un gobierno de “extrema derecha” en forma de “provocación” juzgado el lunes. Un equipo lleno de “personas repudiadas en las urnas y que contribuyeron a hundir nuestro país”, añadió la jefa de diputados del LFI, Mathilde Panot.
“Afortunadamente, el ridículo no mata” porque “François Bayrou ha reunido la coalición del fracaso”, afirmó el presidente de RN, Jordan Bardella. Por parte de los republicanos (LR), que permanecen en el Gobierno, Laurent Wauquiez habló de un apoyo “muy exigente” a François Bayrou que podría “retirarse” según el rumbo que se adopte.
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