Una comisión parlamentaria de El Salvador emitió el sábado una “opinión favorable” a un proyecto de ley que levantará la prohibición minera vigente desde 2017 y que se someterá a votación el lunes.
Luego de reunirse, la Comisión de Tecnología, Turismo e Inversiones dijo que “estimó procedente emitir opinión favorable a la aprobación de la ley general de minería metálica”.
El Salvador fue el primer país del mundo en prohibir cualquier licencia o concesión para minas metálicas a cielo abierto o subterráneas en 2017, así como el uso de químicos tóxicos como cianuro o mercurio.
Pero el presidente Nayib Bukele, elegido en 2019, quiere derogar la ley para lanzar licitaciones para beneficiarse, según él, de “la mayor densidad del mundo” de yacimientos de oro.
Su partido tiene una ultramayoría en el Parlamento, donde la ley se someterá a votación el lunes en sesión plenaria.
El proyecto de ley prevé que el Estado será “el único autorizado para explorar, explotar, extraer y transformar las riquezas naturales del país, producto de la explotación de las minas metálicas”.
El texto también incluye “la prohibición del uso de mercurio en el proceso minero”, dijo a la comisión el director general de Energía, Hidrocarburos y Minas, Daniel Álvarez.
También aseguró que la ley excluiría las actividades mineras en áreas naturales protegidas o sitios de recarga hídrica.
La diputada Claudia Ortiz, del opositor partido Vamos, denunció “la falta de debate público” sobre esta ley y la “prisa” para su aprobación.
A finales de noviembre con su millón de francos suizos). Esto equivale al 380% del PIB”, dijo, citando un estudio escrito por autores desconocidos que nunca ha sido publicado.
Daniel Álvarez se mostró más cauteloso sobre el potencial minero, indicando que el conocimiento “no está actualizado”. “Vamos a hacer estudios para conocer todos los tipos de minerales que existen”, dijo.
El testamento de Nayib Bukele suscita preocupación entre los defensores del medio ambiente, pero también entre la Iglesia católica, que teme que el regreso de la minería contamine las fuentes de agua, en particular el río Lempa, que abastece al 70% de los habitantes de la capital y sus alrededores.
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