Un giro en la saga de Andrew Tate: la justicia rumana aceptó el jueves el recurso presentado por el influencer británico, que por tanto no será juzgado en esta fase por tráfico de seres humanos por parte de una banda organizada y violación.
El Tribunal de Apelación de Bucarest decidió “remitir” definitivamente a la fiscalía anticorrupción el auto de procesamiento que había dado lugar a su acusación.
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Monitoreado en otro caso
Inicialmente, el tribunal de la capital rumana anunció un juicio en primavera sin precisar una fecha, pero a mediados de noviembre la justicia informó de “irregularidades”. Además, había “excluido de la prueba” las declaraciones de dos presuntas víctimas, por “violaciones procesales”.
El abogado defensor, Eugen Vidineac, saludó inmediatamente “una gran victoria jurídica”.
“Me metieron en prisión, me quitaron mi dinero, mis coches y un mínimo gramo de libertad”, reaccionó el influencer masculinista de 38 años, actualmente bajo arresto domiciliario en una villa cerca de Bucarest por otra aventura amorosa.
“Esto no son más que mentiras y lucharé hasta el final para demostrar mi inocencia”, añadió en un comunicado enviado a los medios.
Según su hermano Tristan, de 36 años, también procesado, “la decisión de rechazar el caso de la fiscalía pone de relieve los defectos fundamentales de las pruebas presentadas”.
Explotación sexual
La fiscalía sospecha que los dos hombres habían engañado a varias mujeres con fines de explotación sexual.
Tras ser detenidos en 2022 en Bucarest, donde viven desde hace varios años, pasaron tres meses detenidos antes de ser puestos bajo supervisión judicial con prohibición de salir del territorio en espera de su juicio.
Según los fiscales, las víctimas fueron atrapadas por los dos hombres que simulaban sentimientos hacia ellas (el método llamado “loverboy”), antes de ser obligadas “mediante actos de violencia física y coerción psicológica” a producir películas pornográficas. Andrew Tate también enfrenta cargos de presunta violación.
En otro aspecto más reciente, es objeto de acusaciones similares relativas a menores.
Los dos hermanos también son acusados de violación y agresión en otros casos en Gran Bretaña, donde también han sido condenados por fraude fiscal.
Un tribunal autorizó el miércoles a la policía a confiscar más de dos millones de libras esterlinas (2,4 millones de euros) de sus cuentas. “Robo puro y duro”, acusó Andrew Tate.
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