(Reuters) – Rusia llevó a cabo un importante ataque a la infraestructura energética de Ucrania el jueves, el segundo este mes, dejando a más de un millón de personas en el oeste, el sur y el centro del país.
El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que Moscú había bombardeado Ucrania con 90 misiles y 100 drones en respuesta a los ataques ucranianos con misiles ATACMS estadounidenses en su territorio, y agregó que su ejército estaba apuntando a objetivos que podrían incluir “centros de toma de decisiones” en Kiev.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, por su parte, afirmó que Rusia había utilizado municiones de racimo en estos ataques, que calificó de “escalada despreciable”.
Según el Ministerio del Interior de Ucrania, se registraron daños materiales en nueve regiones del país.
Este ataque refuerza los temores de cortes de energía durante los meses de invierno, cuando las temperaturas rondan el punto de congelación en Ucrania.
Según las autoridades ucranianas, el ataque del jueves es el undécimo ataque importante al sistema energético ucraniano desde marzo.
Rusia eliminó aproximadamente la mitad de la capacidad de generación disponible en Ucrania durante la guerra, dañó el sistema de distribución y obligó a las autoridades a imponer largos cortes de energía.
Según la Fuerza Aérea de Ucrania, Kiev derribó 79 misiles rusos y 35 drones. Dijo que 62 drones se “perdieron”, lo que probablemente fue el resultado de medidas de guerra electrónica.
Una fuente del sector energético dijo que Ucrania había desconectado de la red varias unidades de generación de energía nuclear tras el ataque ruso.
La capital, Kiev, fue el objetivo, pero todos los misiles y drones fueron derribados, dijeron las autoridades.
“PUTIN NO QUIERE LA PAZ”
Estos últimos ataques se producen en un momento en que Rusia está logrando importantes avances en el frente en el este de Ucrania.
“El presidente ruso Vladimir Putin no quiere la paz. Debemos obligarlo a lograr la paz por la fuerza”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores, Andrii Sybiha, reiterando el llamamiento de Kiev a que sus aliados tengan más capacidades de defensa aéreas y de largo alcance.
Maksym Kozytskyi, gobernador de la región de Lviv, en la frontera con Polonia, dijo que los ataques rusos dejaron sin electricidad a unas 523.000 personas el jueves.
Las autoridades regionales dijeron que estaban encendiendo generadores para proporcionar calefacción y agua a hospitales, escuelas y otras instalaciones esenciales.
El sonido de los generadores también se escuchó en la capital, y muchas pequeñas y medianas empresas ucranianas dependen de estos medios alternativos para su suministro de energía en caso de un corte de energía.
(Versión francesa Camille Raynaud y Diana Mandiá)
por Anastasiia Malenko y Olena Harmash
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