Recuerde que las investigaciones llevadas a cabo por la comisión de la Cámara de Representantes el 6 de enero de 2021 llevaron a la acusación de unos 1.300 alborotadores. Su informe instaba a legislar para prohibir a cualquier persona involucrada en una “insurrección” ocupar cargos “federales, estatales o militares”.
Nueva victoria jurídica de Trump: Un juez convalida el fin de la acusación por injerencia electoral en 2020
Al contrario de una “gran victoria del Estado de derecho”, en este epílogo forzado podemos ver un fracaso de la justicia estadounidense que no supo llevar a término legal dos casos, uno de los cuales se presentó como un intento de golpe de estado. En el caso Mar-a-Lago, la jueza de Florida Aileen Cannon –nombrada por Donald Trump cuando estaba en la Casa Blanca– favoreció, o incluso anticipó, las peticiones de los abogados de este último. Por su parte, la Corte Suprema diseñó una “inmunidad presidencial total” a medida para Donald Trump, quien nombró a tres de sus jueces. Su sentencia se dictó el 1 de julio, demasiado tarde para celebrar un juicio antes de las elecciones del 5 de noviembre.
El fiscal especial Jack Smith planea dimitir antes de la toma de posesión de Donald Trump
Esta retirada de Jack Smith –que dimitirá antes de la toma de posesión– demuestra la instrumentalización, si no la politización, de la justicia estadounidense. Esto es exactamente lo que Donald Trump, disfrazado de perseguido, acusó al sistema de justicia. Esto no augura nada bueno para el Estado de derecho en particular.
Related News :