Eliminar las subvenciones a la planificación familiar, despedir a miles de funcionarios y desregular a toda costa: Elon Musk, convertido en la mano derecha de Donald Trump, detalló el miércoles su proyecto “radical” para reformar el Estado federal.
El hombre más rico del mundo explica en una columna del Wall Street Journal cómo, con la bendición de la conservadora Corte Suprema, el presidente electo podrá recortar drásticamente las cifras y el gasto en servicios públicos, incluso si eso significa cortocircuitar el Congreso. titular del poder presupuestario.
“El 5 de noviembre, los votantes dieron a Donald Trump un mandato claro para un cambio radical, y tienen derecho a ello”, escribe el multimillonario en este artículo firmado conjuntamente por el empresario Vivek Ramaswamy, con quien encabezará una nueva “comisión sobre gobierno”. eficiencia”.
Este organismo con función consultiva no es un ministerio ni una agencia gubernamental.
“Hacemos las cosas de otra manera. Somos empresarios, no políticos”, escriben y añaden: “Recortaremos costes”.
Declaración de la independencia
Los dos firmantes recuerdan que su papel debe finalizar el 4 de julio de 2026, 250º aniversario de la Declaración de Independencia.
El jefe de Tesla, SpaceX y X, beneficiario de grandes contratos federales, desempeñó un papel muy importante en la campaña de Donald Trump. Parece inseparable del republicano de 78 años desde su contundente victoria en las elecciones presidenciales.
Su nuevo papel, incluso consultivo, plantea la cuestión de posibles conflictos de intereses, ya que Elon Musk podría hacer recomendaciones sobre sus propios sectores de actividad.
Para fundamentar su proyecto en el derecho, el empresario invoca dos decisiones recientes del Tribunal Supremo estadounidense, a las que Donald Trump había concedido una mayoría duradera de jueces conservadores durante su primer mandato (2017-2021).
En junio de 2022, el Tribunal redujo significativamente los poderes del estado federal y dictaminó que la Agencia de Protección Ambiental no podía emitir reglas generales para regular las emisiones de las centrales eléctricas de carbón porque no estaba autorizada por el Congreso.
En junio de 2024, redujo aún más los poderes de las agencias federales, volviendo a la “doctrina Chevron”, una jurisprudencia de 40 años de antigüedad que sirvió de base jurídica para las regulaciones sobre el agua, los medicamentos o los mercados financieros.
Las decisiones del tribunal supremo “sugieren que una serie de regulaciones federales existentes” no tienen fundamento legal y que pueden ser “suspendidas inmediatamente” por decreto presidencial, escribe Elon Musk.
“Amenaza existencial”
Esto “estimulará la economía”, promete el multimillonario, que desarrolla en este foro una visión ultraliberal del equilibrio de poder entre el poder público y el sector privado.
Según él, “la burocracia enquistada y en constante crecimiento es una amenaza existencial” para Estados Unidos.
Elon Musk planea “reducciones masivas de personal en la burocracia federal”, asegurando que los funcionarios despedidos recibirán “apoyo en su transición al sector privado” o se beneficiarán de condiciones de salida “decentes”.
Sugiere volver al principio del teletrabajo, lo que “conduciría a una bienvenida ola de salidas voluntarias”, o reubicar las agencias federales fuera de Washington, lo que las haría menos atractivas.
El empresario propone una cifra de “500 mil millones de dólares” de gasto que el presidente republicano podría eliminar muy rápidamente recortando las subvenciones a la radiodifusión pública o a organizaciones “progresistas” como Planned Parenthood.
Durante la campaña, el jefe de Tesla aseguró que podría reducir el gasto público federal en 2.000 millones de dólares. Eso representaría una caída del 30% con respecto al total del año fiscal 2024.
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