El gran gemelo occidental abre sus puertas del 22 al 25 de noviembre con los 70mi Sesión anual de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN.
En el menú, como habrás adivinado, están Ucrania y varios otros puntos de suprema hipocresía, incluido el de la “seguridad humana, en particular la protección de los civiles y el patrimonio cultural en tiempos de conflicto”.
Pongo comillas porque estoy citando textualmente sus buenas intenciones.
Habrán comprendido que cuando hablan de protección de los civiles no se refieren a los 43.665 palestinos, entre ellos más de 14.100 niños, y a los 3.500 libaneses, entre ellos más de 200 niños, asesinados.
Y, en aras de la protección del patrimonio cultural, esto no incluye los sitios libaneses de Baalbeck y Tiro, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
¡Y esto, a pesar de los repetidos llamamientos de la ONU a un alto el fuego!
¿Por qué este doble rasero? La protección de su querido hijo, Israel.
Una institución militar obsoleta
Desde la existencia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el mundo no ha sido más pacífico.
Lógicamente, ¿cómo puede una institución militar contribuir a la paz?
Ella sólo existe si su mundo está amenazado. Y, por qué no, avivar el fuego para que se mantenga siempre intenso.
Esto es también lo que hizo Biden al autorizar a Zelensky a utilizar misiles de largo alcance en territorio ruso, a riesgo de desencadenar una tercera guerra mundial. Ya sabes, ¡este presidente saliente que le dijo a Trump que quería un traspaso de poder sin problemas!
Atizar el fuego es lo que la OTAN ha estado haciendo desde su creación, ampliando el número de Estados miembros y multiplicando sus bases militares.
¿Y Rusia?
El primer punto del orden del día de esta asamblea, que se celebrará en Montreal, es, como era de esperar, Ucrania.
Con Donald Trump en la Casa Blanca la situación cambia, ya que su pretensión es resolver esta guerra en 24 horas. Éste es uno de sus compromisos electorales.
Sin embargo, puede esperar una revuelta y una fuerte oposición de otros miembros de la OTAN que quieren que la guerra continúe.
El tono se establece en su sitio web. Reafirman su apoyo a Ucrania “hasta la victoria del país, sin importar el tiempo que sea necesario”.
Podemos apostar a que nuestro Trudeau nacional besará a Zelenski además de devolverle nuestro dinero. ¡Ya nos ha desperdiciado 10 mil millones!
Dudo que Trump abra sus arcas.
Tengo muchas ganas de ver esta gran farsa.
Quizás, con un poco de suerte, esta reliquia de la Segunda Guerra Mundial se transforme en una verdadera alianza por la paz, incluida Rusia.
Putin nunca ha ocultado su interés en unirse a la OTAN y Trump podría hacerlo posible. ¡No más engaños!
Rusia podría incluso ser un vínculo entre Europa y Asia.
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