Los resultados finales de las controvertidas elecciones parlamentarias celebradas a finales de octubre en Georgia confirmaron la victoria del partido gobernante, denunciado como fraudulento por la oposición, mientras Occidente exigía que se investigara la votación. El partido gobernante, Sueño Georgiano, obtuvo el 53,93% de los votos, frente al 37,79% de una alianza de partidos de la oposición, según los resultados finales comunicados el sábado 16 de noviembre por la comisión electoral del país.
Georgian Dream, en funcionamiento desde 2012, es acusado por sus detractores de deriva autoritaria prorrusa y de querer distanciar a Georgia de la Unión Europea, lo que él refuta. La oposición acusó en particular al Gobierno de haber comprado votos y de haber presionado a los electores, sobre todo en las zonas escasamente pobladas.
La presidenta georgiana, Salomé Zourabichvili, rompiendo con el gobierno, denunció un sofisticado sistema de fraude tras una “Metodología rusa”antes de negarse a responder a una citación de la fiscalía para detallar sus acusaciones.
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“Irregularidades” electorales
A principios de noviembre, un instituto electoral que siguió la votación y una organización de observadores electorales declararon que el análisis de los resultados sugería un fraude generalizado. Washington y Bruselas, que estaban preocupados por“irregularidades”solicitó investigaciones.
Tras las elecciones, el Primer Ministro georgiano, Irakli Kobakhidze, consideró por el contrario que las elecciones habían sido “completamente justo”antes de prometer que “Integración europea” permaneció allí “Prioridad principal” de Tiflis. La membresía en la Unión Europea, al igual que en la Organización del Tratado del Atlántico Norte, está incluida en la constitución de Georgia. La Unión Europea había hecho de estas elecciones una prueba en la perspectiva de esta adhesión.
Tras la promulgación en primavera de una ley sobre “influencia extranjera” inspirada en la legislación rusa que el Kremlin utiliza para amordazar a la sociedad civil y a la oposición, Bruselas congeló el proceso de adhesión como forma de protesta. Una ley que restringe los derechos de las personas LGBT+ es otro motivo de discordia con la Unión Europea. Algunos líderes del Sueño Georgiano, incluida su líder, la poderosa y rica Bidzina Ivanishvili, han incrementado sus declaraciones hostiles hacia Occidente.
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