Un tribunal federal ordenó el martes a una empresa privada, subcontratista del ejército estadounidense, pagar 42 millones de dólares (37 millones de francos) a tres ex detenidos de Abu Ghraib, una prisión iraquí tristemente célebre por haber sido escenario de torturas y humillaciones.
La empresa privada estadounidense CACI International, en la que el ejército había delegado los interrogatorios de los detenidos, fue declarada responsable por un jurado del estado estadounidense de Virginia de las “torturas y tratos crueles, inhumanos o degradantes” sufridos por los tres iraquíes. según la decisión.
En consecuencia, se le ordenó compensar a cada persona por una suma de 14 millones de dólares. Los demandantes son un director de escuela, un vendedor de frutas y un periodista, que actualmente viven en Suecia, arrestados tras la invasión estadounidense de Irak en 2003 y detenidos en Abu Ghraib, al oeste de la capital, Bagdad.
Dieciséis años para obtener una indemnización
“Hoy es un gran día para mí y para la justicia”, respondió este último, citado en un comunicado de prensa del Centro de Derechos Constitucionales (CCR), que representó a los tres demandantes. “He esperado mucho tiempo para ver este día. “No se trata sólo de la victoria de los tres demandantes en este caso contra una empresa”, añadió.
“Nuestros clientes han luchado valientemente durante 16 años para obtener reparación por los horrores que sufrieron en Abu Ghraib, contra todos los obstáculos que este enorme contratista militar privado puso en su camino”, afirmó el abogado director del CCR, Baher Azmy, citado. en el texto.
En 2014, después de años de litigio y de la sentencia en un consejo de guerra de once soldados a penas de prisión, un tribunal federal de apelaciones autorizó procedimientos legales contra CACI International.
Los demandantes invocaron el Alien Tort Statute (ATS), una ley federal de 1789 que permite que los extranjeros víctimas de violaciones del derecho internacional sean escuchados en tribunales estadounidenses.
Soldados incitados a maltratar
Afirmaron que, en sus casos, los soldados estaban de facto bajo las órdenes de los interrogadores privados. Por el contrario, la empresa argumentó que el ejército estadounidense ejerció un control total sobre estos interrogatorios y, en particular, sobre las técnicas utilizadas.
Los empleados civiles del CACI fueron acusados de alentar a los militares a maltratar a los prisioneros para prepararlos para los interrogatorios.
La difusión en 2004 de fotografías que mostraban a detenidos de Abu Ghraib humillados y maltratados por soldados estadounidenses provocó la indignación mundial, debilitando aún más la posición de la administración de George W. Bush, ya ampliamente criticada por su decisión de invadir Irak.
(afp)
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