El líder espiritual de los anglicanos, Justin Welby, anunció su dimisión el martes, días después de la publicación de un informe que acusa a la Iglesia de Inglaterra de haber encubierto un escándalo de agresiones físicas y sexuales cometidas por un abogado vinculado a la institución.
“Espero que esta decisión demuestre hasta qué punto la Iglesia de Inglaterra comprende la necesidad de cambio y nuestro profundo compromiso para crear una Iglesia más segura”, escribió en un comunicado de prensa el arzobispo de Canterbury, de 68 años.
Su posición se había vuelto insostenible desde la publicación, el jueves, de un “informe condenatorio sobre el papel en este asunto” de la Iglesia de Inglaterra, de la que es primado desde 2013, y los pedidos de dimisión se habían multiplicado.
El informe arroja luz sobre los abusos físicos y sexuales cometidos por un abogado asociado a la Iglesia de Inglaterra, John Smyth, entre los años 1970 y mediados de los años 2010.
Señala que este abogado fallecido en 2018, que atacó a más de 130 niños y jóvenes, podría haber sido llevado ante la justicia si el arzobispo de Canterbury hubiera advertido a las autoridades en 2013, cuando la cumbre de la Iglesia fue informada.
“Está muy claro que debo asumir la responsabilidad personal e institucional por el largo y traumático período que pasó entre 2013 y 2024”, dijo Justin Welby, quien se disculpó el jueves.
“Estos últimos días han reavivado el profundo sentimiento de vergüenza que he sentido durante mucho tiempo ante los fracasos históricos de la Iglesia de Inglaterra en la salvaguardia”, continuó. ‘Durante casi doce años, luché por lograr mejoras. Corresponde a otros juzgar lo que se ha hecho”.
Poco antes, el Primer Ministro Keir Starmer había estimado que las víctimas de John Smyth habían sido “seriamente, muy seriamente abandonadas”.
El sábado, tres miembros del Sínodo General, el órgano electo responsable de decidir sobre cuestiones doctrinales, lanzaron una petición pidiendo la dimisión de Justin Welby, que superó las 14.000 firmas.
El reverendo Ian Paul, uno de sus autores, afirmó el martes estar “profundamente entristecido por la situación”, esperando que sea un “primer paso hacia un cambio cultural” en el seno de las altas autoridades de la “Iglesia”.
‘Tristeza por las víctimas’
Por la mañana, Justin Welby habló a través de intermediarios con el rey Carlos III, gobernador supremo de la Iglesia de Inglaterra, quien aceptó su dimisión.
“Al dar un paso al costado, lo hago con profunda tristeza por todas las víctimas y supervivientes de la agresión”, dijo este hombre casado y padre de hijos, considerando que dar un paso al costado era “lo mejor para la Iglesia de Inglaterra”.
Justin Welby, un rostro familiar para los británicos, ha oficiado en varios eventos reales importantes, incluido el funeral de la reina Isabel II y la coronación del rey Carlos III.
Ordenado diácono en 1992 después de una lucrativa carrera en el petróleo y las finanzas, Justin Welby siempre ha mostrado opiniones moderadas sobre cuestiones sociales que tradicionalmente dividen a la Iglesia.
Apoyó una reforma el año pasado para permitir la bendición de uniones civiles y matrimonios de parejas del mismo sexo, y fue muy crítico con el proyecto de ley del gobierno conservador destinado a deportar inmigrantes ilegales a Ruanda.
Este asunto vuelve a socavar la institución religiosa anglicana, ya acusada hace cuatro años en un informe anterior de haber permitido que persista una “cultura” que permite a los autores de violencia sexual contra menores “esconderse” y escapar de la justicia.
John Smyth, que presidió una organización benéfica que organiza campamentos de vacaciones con la Iglesia de Inglaterra, “es posiblemente el abusador en serie más prolífico asociado” con la institución.
El informe detalla el sufrimiento físico, sexual y psicológico “brutal y horrible” infligido a sus víctimas, en el Reino Unido pero también en Zimbabwe y en Sudáfrica, donde también vivía.
El asunto no salió a la luz hasta después de la emisión de un documental en el Canal 4 en 2017, aunque los líderes de la secta estaban al tanto de ello desde principios de los años 80.
La Iglesia de Inglaterra es la iglesia madre de la comunión anglicana, que cuenta con unas cuarenta iglesias en 165 países y 85 millones de fieles.
/ATS
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