Casi una semana después de la explosión de ira que afectó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al jefe del ejecutivo regional, Carlos Mazón, y a los soberanos Felipe VI y Letizia en Paiporta, para la noche del sábado están previstas manifestaciones en Valencia y otras ciudades españolas para protestar contra la Gestión de las inundaciones del 29 de octubre.
“Me parece lamentable todo lo que pasó, desde la alerta que nunca se dio, hasta la gestión que se hizo posteriormente, no vino absolutamente nadie”, lamenta Manuel Gayá, un ingeniero de 40 años que vive en Llocnou de la Corona , cerca de Valencia: “Estuvimos completamente bloqueados durante cuatro días, limpiando las calles, las casas, ayudándonos unos a otros”.
“Solo el pueblo salva el pueblo”: en Valencia, este lema se hizo popular en las conversaciones tras la espontánea ola de solidaridad que se organizó para compensar los supuestos errores de las autoridades.
El sábado, los organizadores de la manifestación de Valencia marcharán para exigir la dimisión de Carlos Mazón, que concentra en su persona gran parte del enfado de las víctimas, y que había sido blanco de ataques el domingo en Paiporta, al igual que el jefe del Gobierno y el soberanos, mediante insultos y lanzamientos de barro: imágenes inéditas que ilustran la exasperación en las zonas devastadas. La figura del Partido Popular (PP, derecha), este abogado de 50 años es acusado de haber tardado en reaccionar entonces. que la Agencia Española de Meteorología (Aemet) había emitido alerta roja la mañana del 29 de octubre.
También se le acusa de haber estado ausente durante varias horas cuando ya empezaba a llover y se había reunido el comité de emergencia. Carlos Mazón se defendió asegurando que estaba participando en “un almuerzo de trabajo” en un restaurante de Valencia, con un periodista, según medios españoles. Entre las acusaciones de las víctimas también está el hecho de que toda la población sólo fue alertada a través de sus teléfonos móviles por la noche, cuando muchas zonas ya estaban sumergidas. La principal responsable de emergencias de la región, Salomé Pradas, admitió el jueves que desconocía la existencia de este sistema de alerta, antes de retractarse de su afirmación.
En España, un país muy descentralizado, la gestión de catástrofes es efectivamente responsabilidad de las administraciones regionales, pero el gobierno central, responsable de emitir alertas a través de Aemet, puede proporcionar recursos e incluso tomar el control en casos extremos. Precisamente este último punto motiva las críticas de la oposición de derecha, que acusa al jefe del Gobierno socialista de haber permitido que la región se hundiera mediante cálculos políticos en lugar de recuperar el control. Pedro Sánchez actuó “de mala fe”, criticó Miguel Tellado, portavoz del PP en el Parlamento. Fuentes cercanas al gobierno aseguran por su parte que quieren definir a su debido tiempo las posibles responsabilidades de cada persona y los posibles fallos en la gestión del desastre, al tiempo que afirman que el gobierno ha hecho todo lo posible dentro del marco institucional actual. .
Pero para el alcalde socialista de Alaquàs, Toni Saura, “la coordinación entre las administraciones fue caótica”, según comenta el diario valenciano Levante. “Es una vergüenza nacional”, afirma el humorista López-Guitián, originario de Valencia. Al regresar de una operación de limpieza, el humorista conocido en España como Tonino denuncia “un abandono de funciones por parte de todas las instituciones, porque deberían haber funcionado y no pensar que alguien más lo haría en su lugar”.
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