La elección de Donald Trump como jefe de Estados Unidos ha sumido en el caos a los aliados de Estados Unidos, en particular a los europeos. Las democracias europeas están perdiendo a su mejor aliado. Por lo tanto, están obligados a repensar la organización general de su defensa, así como sus relaciones con los países que los amenazan, en primer lugar con Rusia y China.
1) ¿Cómo ha evolucionado la alianza de Estados Unidos con Europa?
Desde la Segunda Guerra Mundial, la alianza entre Europa y Estados Unidos parecía inquebrantable. Los líderes estadounidenses habían prometido protección contra ataques del campo soviético, incluidos ataques nucleares. Sólo Francia y el Reino Unido habían llegado a la conclusión de que esta alianza no era tan amplia como afirmaba el gobierno estadounidense, y estos países habían adquirido armas nucleares. En 1969, con la Doctrina Nixon, Estados Unidos redujo sus compromisos militares con sus aliados, sin dejar de prometerles financiación militar y la protección del paraguas nuclear estadounidense. Trump da la impresión de haber ido aún más lejos y de no garantizar ya nada.
2) ¿Qué cambiaría la ausencia de garantías militares estadounidenses?
La ausencia de garantías militares de Estados Unidos a sus aliados cambiaría completamente la situación internacional. Nadie entre los aliados sabe si Trump planea dejar a Estados Unidos en la OTAN. El enfoque de costo-beneficio financiero a corto plazo favorecido por Trump corre el riesgo de obligar a los aliados de Estados Unidos a cambiar sus alianzas. El movimiento ya ha comenzado, por ejemplo con el nuevo tratado de defensa firmado entre la Unión Europea (UE) y Japón. Un tratado de defensa del que Estados Unidos está excluido.
3) ¿Cómo afecta el regreso de Trump a las relaciones entre Europa, China y Rusia?
La incertidumbre que Trump deja flotando es una bendición para las potencias hostiles a las democracias. Los países miembros de la Unión Europea se preguntan hasta qué punto deberían o no forjar nuevas relaciones con China y Rusia. La probable imposición de nuevos aranceles estadounidenses a las democracias europeas colocaría a estos países en una posición delicada. Por un lado, las sanciones contra Rusia los han perjudicado y, por otro, las exportaciones de China están atacando cada vez más el corazón de la economía europea.
4) ¿Cómo puede la UE fortalecer su sistema de defensa?
El meollo del problema es el sistema de defensa militar de la Europa democrática. Es la OTAN la que garantiza la seguridad de las democracias europeas. Estados Unidos representa aproximadamente 2/3 del presupuesto de la OTAN. Baste decir que sin ellos la OTAN ya no existiría. Los países miembros de la UE han decidido aumentar sustancialmente su porcentaje de compras militares conjuntas hasta 2030 (40%) y su porcentaje de compras europeas hasta 2035 (60%). Pero es demasiado poco y demasiado tarde. Ante las amenazas de Trump, los miembros de la UE parecen condenados a aumentar significativa y rápidamente su gasto militar. Gastos que alcanzan los 240 mil millones de euros al año. Estos nuevos gastos tendrán importantes repercusiones en el nivel de vida de los europeos y, por tanto, en las luchas políticas.
5) ¿Podrá la UE superar esta crisis?
Si bien la solidaridad europea debería entrar en juego más que nunca, debido al debilitamiento de los vínculos con Estados Unidos, la mayoría de los países europeos enfrentan fuerzas extremistas que los separan. Si Europa no recupera su cohesión, Rusia y China saldrán victoriosos. Lamentablemente, como demuestra Viktor Orban, algunos líderes se compran fácilmente.
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