Cada vez más jóvenes comparten publicaciones tristes o vulnerables en las redes sociales. Este comportamiento, llamado “sadfishing”, plantea interrogantes sobre las motivaciones y consecuencias de esta práctica.
En TikTok e Instagram se multiplican las publicaciones de jóvenes que muestran mensajes deprimentes o fotos de ellos mismos llorando. Este fenómeno, llamado “sadfishing”, implica mostrar públicamente la tristeza o las dificultades emocionales para llamar la atención.
Aparecido en 2019, el término se hizo popular luego de que una publicación de Kendall Jenner, donde hablaba abiertamente de sus problemas de piel, provocara una fuerte reacción. Poco después supimos que a Jenner le habían pagado una marca por esta publicación. Este episodio se ha convertido en emblemático de la “sadfishing”, una práctica en la que la exposición de las emociones se utiliza a menudo para captar la atención o, en determinados casos, obtener beneficios materiales.
Una búsqueda de apoyo, especialmente para los jóvenes que carecen de conexiones sociales
Según Leslie Hodge, psicóloga clínica, muchos adolescentes recurren al sadfishing para compensar la falta de apoyo en la vida real. “Si estás pasando por un momento difícil, es natural buscar consuelo en las personas cercanas a ti. Para algunos, es incluso más fácil confiar en línea que en personae”, explica, entrevistada por nuestros compañeros de HLN.
Sin embargo, especifica que es saludable compartir de vez en cuando aspectos negativos de tu vida, porque te permite mostrar una imagen más auténtica de ti mismo. También destaca que el apoyo virtual puede tener un impacto realmente positivo en el bienestar, ya que la compasión y el reconocimiento en línea son valiosos para quienes se sienten aislados.
Sin embargo, advierte contra la sobreexposición a emociones negativas, que pueden convertirse en un medio para llamar excesivamente la atención. “Existe una diferencia entre expresar tristeza ocasionalmente y publicar mensajes preocupantes repetidamente. Esto puede plantear muchas preguntas y no debería convertirse en un objetivo en sí mismo.“.
Exponer la propia tristeza en las redes no está exento de riesgos. “Muestras tu vulnerabilidad al mundo, pero no todos son amables.“, advierte Leslie Hodge. Al compartir mensajes personales, los jóvenes se exponen a reacciones hostiles, como mensajes de odio o incluso intentos de intimidación.
¿Cómo reaccionar ante el sadfishing?
A veces es difícil discernir si alguien está buscando atención o si en realidad está pasando por un momento difícil. Leslie Hodge recomienda adoptar una actitud benévola hacia este tipo de publicaciones. “Es fundamental tomar en serio estos mensajes y responder con empatía.“, aconseja.
Finalmente, la psicóloga advierte contra ciertos perfiles maliciosos que podrían explotar este tipo de publicaciones: “Internet sigue siendo un espacio vasto y a veces peligroso. Es importante recordar que algunas personas pueden hacerse pasar por adolescentes en apuros. Esto hace que el sadfishing sea una tendencia potencialmente riesgosa“, concluye.
juventud pescando tristemente
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