(Naciones Unidas) Los rebeldes hutíes de Yemen se están transformando en una “poderosa organización militar” que amplía sus capacidades operativas, gracias a un apoyo militar “sin precedentes”, en particular de Irán y Hezbollah, advierte un informe de expertos de la ONU publicado el viernes.
Publicado ayer a las 20:13.
Desde el inicio de la guerra en Gaza hace un año, los hutíes, que controlan grandes zonas de Yemen, han “explotado la situación regional y fortalecido su cooperación con el “eje de resistencia”” que une a Irán y a grupos como el palestino Hamás o el libanés. Hezbollah, escriben los expertos designados por el Consejo de Seguridad de la ONU.
En este contexto, “el movimiento hutí ha pasado de ser un grupo armado local con capacidades limitadas a una poderosa organización militar, que ha ampliado sus capacidades operativas mucho más allá de los territorios que controla”, según el informe, que se centra en el período que va desde septiembre de 2023. hasta finales de julio de 2024.
Una transformación posible gracias a “la transferencia de equipamiento y la asistencia y entrenamiento proporcionados por la Fuerza Al-Quds”, una unidad de élite del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria en Irán, por Hezbollah y por grupos pro iraníes en Irak, creen, refiriéndose al establecimiento de “centros operativos conjuntos” en Irak y el Líbano para “coordinar acciones militares conjuntas”.
“La escala, la naturaleza y el volumen de las transferencias de fuentes externas de diversos equipos y tecnologías militares a los hutíes, incluido el apoyo financiero y el entrenamiento de los combatientes, no tienen precedentes”, preocupan los expertos.
Basándose en testimonios de expertos militares, funcionarios yemeníes y personas cercanas a los hutíes, los expertos juzgan que los rebeldes yemeníes no tienen “la capacidad de desarrollar y producir sistemas de armas complejos”, como ciertos misiles que “utilizan para atacar barcos en el Mar Rojo.
Por otro lado, señalan “similitudes entre los diferentes equipos utilizados por los hutíes y los producidos y utilizados” por Irán y los grupos proiraníes.
Los expertos indican también que, desde hace varios años, los combatientes hutíes reciben “formación táctica y técnica fuera de Yemen”, en particular en Irán y en los centros de formación de Hezbolá en el Líbano.
El grupo de expertos cree también que Hezbollah es “uno de los principales partidarios de los hutíes” y que también participa en su “estructura de toma de decisiones”, en el apoyo al montaje de sistemas de armas, en el apoyo financiero, en el “adoctrinamiento de jóvenes” y “propaganda mediática”.
El informe también describe cómo los rebeldes yemeníes utilizaron el argumento de la solidaridad con los palestinos para lanzar una “vasta campaña de reclutamiento”. Las estimaciones citadas en el texto indican un número de combatientes de 350.000 a mediados de 2024, frente a los 220.000 de 2022 y los 30.000 de 2015.
“Si el Panel no pudiera confirmar por sí mismo el número de nuevos combatientes, una movilización masiva sería motivo de preocupación”, escribe, señalando que aunque los nuevos reclutas probablemente nunca irán a Gaza, “por otro lado, podrían ser empujado a luchar contra el gobierno yemení”.
Menciona reclutas entre jóvenes y niños, pero también entre inmigrantes etíopes en situación irregular obligados a unirse a sus filas, y mercenarios de tribus etíopes.
El informe también está preocupado por la “incremento” de la colaboración entre los hutíes y grupos terroristas como Al-Qaeda en la Península Arábiga, con quienes ahora se están aliando contra las fuerzas del gobierno yemení. Por último, los expertos observan un fortalecimiento de los vínculos con el grupo islamista radical somalí Shebab, con una transferencia de armas en ambas direcciones.
“Según fuentes confidenciales, para ampliar su zona de operaciones, los hutíes están estudiando la posibilidad de realizar ataques en el mar desde la costa somalí”, lo que explicaría su acercamiento con los shebab, escribe el informe.
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