doEl martes, Ikea anunció que donaría seis millones de euros a un fondo para las víctimas de la dictadura en la Alemania Oriental comunista. La empresa presentó el martes una declaración de intenciones al delegado parlamentario para las víctimas del Partido Comunista de Alemania del Este (SED), según informó la Defensora del Pueblo en cuestión, Evelyn Zupke.
Es la culminación de un “estrecho intercambio de años” entre Ikea, la Unión de Organizaciones Alemanas de Víctimas de la Tiranía Comunista (UOKG) y la oficina de Zupke, establecida en 2021, dijeron las tres entidades en un comunicado de prensa conjunto. .
Un “enfoque responsable”
La señora Zupke elogió el “enfoque responsable” de Ikea, “incluso en relación con los capítulos oscuros de la historia de la empresa”.
En 2012, la empresa de muebles número uno del mundo reconoció que algunos de sus proveedores habían utilizado a presos políticos para trabajar en la RDA y expresó su “arrepentimiento”.
El estudio realizado por la consultora Ernst & Young concluyó que los presos y detenidos políticos habían contribuido a la producción de componentes o muebles a principios de los años 80.
La investigación también demostró que los representantes de Ikea eran conscientes de esta posibilidad de utilizar detenidos.
Tras este primer estudio, otro informe, redactado por el asesor científico de la UOKG, amplió el tema.
“Lo lamentamos profundamente”
“Lamentamos profundamente que los productos de Ikea también hayan sido fabricados por presos políticos en la RDA”, afirmó el martes el jefe de Ikea en Alemania, Walter Kadnar, feliz de “cumplir nuestra promesa” de apoyar a las víctimas de la dictadura.
En 2022, Ikea anunció su intención de apoyar financieramente este fondo nacional de ayuda a las víctimas de la RDA, cuya creación el Parlamento alemán votará en las próximas semanas.
Dieter Dombrowski, presidente de la UOKG, citado en el comunicado conjunto, expresó el deseo de que “más empresas sigan el ejemplo de Ikea”.
En 2014, el jefe de Deutsche Bahn (DB) también pidió perdón por el empleo forzoso de detenidos que fueron obligados a trabajar para Reichsbahn, la compañía ferroviaria de la RDA absorbida desde entonces por DB.
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