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El horizonte se oscurece para el naranja marroquí

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Después de los cereales y el aceite de oliva, le ha llegado el turno al colapso de la producción de cítricos en Marruecos. La razón es la sequía pero también las incertidumbres sobre los mercados de exportación a la Unión Europea y Rusia.

Una sequía que podría beneficiar a los productores sudafricanos. El pasado mes de abril, Jan Rozema, de la empresa importadora SFI de Róterdam, declaró a los medios de comunicación Fresh Plazza: “El final temprano de la temporada de cítricos en España y Marruecos ofrece perspectivas para Sudáfrica”.

Por su parte, bajo el título: “Cítricos mediterráneos: otro año de marcado déficit en España y Marruecos”, el sitio Fruitrop.com señalaba en octubre de 2023: “También se espera un importante déficit en la cosecha en Marruecos, tanto en clementina que el naranja, ya que las temperaturas han sido anormalmente altas, especialmente en el sur del país.

De enero a agosto de 2023, las exportaciones de cítricos de Marruecos fueron de sólo 30.000 toneladas, frente a las 109.000 toneladas del año anterior, según el HuffPost.

Por su parte, Yevhen Kuzin, analista del mercado hortofrutícola de EastFruit, advirtió: “Según nuestros cálculos, las exportaciones de naranjas marroquíes para la temporada 2022/23 caerán al nivel más bajo en al menos 8 años”.

Una situación sentida incluso en Rusia y que llevó al embajador ruso en Marruecos a justificarse ante la prensa moscovita tras la temprana desaparición del mercado de las clementinas marroquíes en su país.

Competencia de Turquía y Egipto

La Federación Interprofesional Marroquí de Cítricos (Maroc Citrus) es la primera en dar la voz de alarma. Indica que si las exportaciones anuales de cítricos ascienden a una media de 650.000 toneladas por un valor de 3.000 millones de dírhams (casi 300 millones de euros), estas ventas están disminuyendo, especialmente a Rusia.

Hace unos diez años, Marruecos poseía un tercio del mercado ruso. Hoy en día, estas exportaciones están cayendo entre un 5 y un 6% cada año, según Irina Koziy de la agencia de prensa Fruitnews. Comentarios ampliamente retomados por la prensa marroquí.

Una posición de liderazgo la ocupa hoy Turquía en el mercado ruso de cítricos.

Las exportaciones de cítricos de Marruecos se enfrentan a la competencia de Turquía, pero también de Egipto y España.

Irina Koziy también menciona otras causas: “Debido a las sanciones y las tensiones políticas, las entregas de mandarinas marroquíes, especialmente la popular variedad clementina, casi se han detenido”.

Los exportadores marroquíes también están preocupados por posibles dificultades de pago debido a las sanciones occidentales contra Rusia tras la guerra en Ucrania.

A principios de 2022, los bancos rusos fueron excluidos del sistema bancario SWIFT. Esto llevó a Kacem Bennani Smires, presidente de la Asociación de Exportadores de Cítricos de Marruecos, a revelar que “la gran preocupación sigue siendo que varios saldos pendientes aún no se han liquidado”. A esto se suma la caída del valor del rublo que penaliza a los exportadores.

España lucha contra la competencia de Marruecos

Otro golpe para los exportadores marroquíes es que recientemente la Unión Europea se ha mostrado dispuesta a exigir un tratamiento en frío para todos los cítricos importados. Un tratamiento que tiene como objetivo proteger contra los insectos parásitos que pueden acompañar a la fruta importada y contaminar los huertos europeos.

Una medida exigida por profesionales españoles como Carlos Mazón, presidente de la poderosa Generalitat Valenciana, y que debería apuntar principalmente a Marruecos.

Janusz Wojciechowski, el comisario europeo responsable de Agricultura, habría respondido favorablemente a las peticiones del sector citrícola español. Esta medida ya se aplica para las naranjas procedentes de Sudáfrica, debido a la presencia de la polilla de la naranja o falsa polilla de la manzana.

Según FreshPlazza a la prensa española, esta medida también habría tenido el efecto de provocar “una reducción de las importaciones a Europa”.

Un resultado que no está descontento a los productores españoles que se enfrentan a una fuerte competencia de las importaciones de cítricos extracomunitarios, incluidos los procedentes de Marruecos.

Una falta estructural de agua

En varias ocasiones, el experto Mohamed Tahar Sraïri especializado en cuestiones de riego tuvo la oportunidad de poner de relieve las contradicciones del modelo agrícola marroquí centrado en la exportación de cultivos intensivos en agua.

En enero, mencionó en Le360 que el aguacate y la palmera datilera “requieren, respectivamente, entre 1.600 y 2.000 milímetros de agua al año”.

Sin embargo, señaló, el aguacate se planta masivamente en regiones que reciben un promedio anual de sólo 400 a 500 mm de lluvia. En cuanto a las palmeras, las plantaciones se realizan fuera de los oasis, en regiones que reciben sólo una media anual de lluvia de 200 mm. Estas plantaciones sólo sobreviven gracias a la continua extracción de aguas subterráneas.

El experto señala que la situación es bastante similar en el caso de los cítricos. Las plantaciones se realizaron en zonas relativamente áridas del Oriental o Souss-Massa donde las medias anuales no superan los 200 mm de precipitaciones mientras que estos árboles tienen necesidades de riego entre 1.000 y 1.200 mm.

El mayorista europeo Lukassen AGF, acostumbrado a abastecerse en Marruecos, está preocupado. Dijo a la prensa especializada: “Esto también se está volviendo cada vez más difícil y costoso. Hace unos años, bastaba cavar 40 metros de profundidad para llegar al agua; hoy en día, a veces hay que profundizar hasta 200 o 300 metros. »

La falta de agua es una situación que también sufren los productores de cítricos de Mohammedia, en Argelia, debido a la sedimentación de la presa de Fergoug o de Cap Bon, en Túnez, ante la sobreexplotación de las aguas subterráneas, que se han vuelto saladas debido a la intrusión de agua de mar.

La sequía, la competencia de Turquía, las medidas proteccionistas exigidas por los productores españoles, la fragilidad del sistema bancario ruso y las exportaciones de cítricos de Marruecos se enfrentan a vientos en contra. Dificultades que todos los productores de los países del Magreb que deseen establecerse en los mercados europeos deberían tener en cuenta.

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