“Debo decir que me siento bien porque tengo la sensación de que lo que hicimos estuvo guiado por nuestros principios, por los valores y la Carta de la ONU, por el derecho internacional humanitario”, afirmó. -afirmó, añadiendo que cualesquiera que sean las críticas dirigidas a la UNRWA, “tengo la sensación de estar en el lado correcto de la Historia”.
La Unrwa, creada por la Asamblea General de la ONU en 1949, gestiona en particular centros de salud y escuelas en Gaza, la ocupada Cisjordania, el Líbano, Siria y Jordania.
Unrwa está “en medio de esta tormenta o esta transformación sísmica que está teniendo lugar en la región y que está teniendo un impacto en los palestinos”, dijo Lazzarini.
La organización se encuentra en crisis desde que Israel acusó, sin ninguna prueba, a 12 de sus 13.000 empleados en Gaza de haber participado en el ataque del movimiento islamista palestino Hamás en suelo israelí el 7 de octubre.
Nueve empleados “pudieron haber estado involucrados” en los ataques del 7 de octubre, según una investigación interna de la ONU publicada en agosto.
Según Unrwa, en marzo se le impuso una licencia administrativa sin goce de sueldo y fue objeto de una investigación interna.
“La primera acusación que le concierne data de marzo, y la agencia, considerando que se trataba de una acusación bien fundada, tomó inmediatamente la decisión de suspenderlo”, aseguró Lazzarini.
Algunos de los mayores donantes suspendieron sus contribuciones a la UNRWA a principios de año tras las acusaciones de Israel.
De los 16 países que suspendieron su apoyo, todos lo han retomado excepto Estados Unidos, afirmó el máximo responsable de la organización.
La UNRWA necesita 80 millones de dólares para finales de año, dijo, expresando confianza en que encontrará el dinero para entonces.
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