El asesinato del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, en Beirut este viernes está cambiando las cartas de la geopolítica y los equilibrios en Oriente Medio. El alcance de la eliminación de esta eminente figura del Hezbollah libanés va más allá de la región, impacta también a Marruecos. Es una derrota directa para el Polisario. Explicaciones.
Con la desaparición forzada de Hassan Nasrallah, asesinado por las fuerzas israelíes en el Líbano, se trata de un nuevo calvario al que se enfrentan Irán y precisamente los Guardias Revolucionarios. Para algunos, esto es incluso una derrota aplastante para Teherán, el padrino oficial y patrón de la milicia chiita Hezbolá.
En el caso de Marruecos, cabe recordar que el Reino rompió sus relaciones diplomáticas con la República Islámica de Irán en 2018 debido a vínculos establecidos y probados entre las autoridades iraníes y la milicia separatista del Polisario que se establecieron a través de Hezbollah.
En octubre de 2022, durante una conferencia de prensa conjunta entre el ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, y su homólogo yemení, Ahmed Awad Bin Mubarak, el jefe de la diplomacia marroquí acusó sin rodeos a Irán de ser “el patrocinador oficial del separatismo y el terrorismo en nuestra región árabe”. región.”
Nasser Bourita había explicado el papel de Irán como proveedor de armas sofisticadas a partes armadas y no oficiales en varios países de la región árabe y africana. “La adquisición (en referencia a las milicias separatistas, nota del editor) es un peligro para la paz y la seguridad mundial y quienes les permitan obtener estas armas deben asumir sus responsabilidades ante la comunidad internacional”añadió.
“Irán ha impulsado durante varios años una agenda antimarroquí y alentado fuerzas que amenazan los intereses vitales de Marruecos” afirmó el periodista y analista político Mustapha Tossa.
Estas fuerzas “Se acercó al Polisario para aportarle su experiencia en la guerra de guerrillas, en la construcción de túneles y en la forma de gestionar una guerra”añadió,, enfatizando que debido a los vínculos entre Irán y el Hezbollah libanés, y más específicamente “El patrocinio y el paraguas iraní” que sirve a la milicia paramilitar chiita libanesa, esta organización “Se ha convertido en una amenaza para Marruecos y para la paz y la estabilidad del Magreb”.
Más allá de la relación entre el régimen iraní y el Polisario establecida a través de la milicia liderada por Hassan Nasrallah, este acercamiento entre los tres actores fue posible a través de otra parte, Argelia.
“Hay que decir también que esto (la relación entre Teherán y el Polisario, nota del editor) fue fruto del evidente y ostentoso acercamiento entre el régimen militar argelino y el régimen iraní, cuyo objetivo era establecer un acercamiento en términos de pericia militar, asesoramiento entre milicias”, añadió Mustafá Tossa.
Y explicar que el Polisario apoyado por Argelia “quien estaba preparando la guerra contra Marruecos” y el Hezbolá libanés “que ha adquirido conocimientos guerreros a lo largo de los años, quería absolutamente transmitirlos al Polisario para desestabilizar Marruecos”.
Así, con la eliminación de Hassan Nasrallah, el régimen iraní acaba de perder una pieza clave en el Líbano. Irán“uno de los más feroces adversarios contra Marruecos, ya sea en el Magreb, en África o en Oriente Medio”, toma esta mala noticia, que no parece ser una mala noticia para “A los libaneses porque se está disipando la pesadilla de Hezbolá”así como todos los países que, a lo largo de los años, han sufrido el activismo de la agitación iraní contra sus propios intereses.
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