Cameron Moseley espera no volver nunca a prisión. Se beneficia de un programa único en Londres que consiste en formar a ex presos para que se conviertan en reparadores de bicicletas con el fin de reducir la reincidencia y la superpoblación en las prisiones británicas.
Liberado en julio tras cumplir una condena de dos años por asalto y agresión, este treintañero ya ha cumplido tres períodos de prisión.
“No hay muchas oportunidades laborales para gente como yo” cuando salimos, explica a la AFP, entre dos controles de montaje de una bicicleta.
Por lo tanto, su agente de libertad condicional lo remitió a “XO Bikes”, una empresa sin fines de lucro fundada hace dos años, cuyas instalaciones se encuentran en un centro comercial de Lewisham, al sureste de Londres. Ella capacita a ex prisioneros durante seis semanas.
Luego pueden esperar ser contratados por “XO Bikes”, donde ganarán alrededor de 26.000 libras al año (31.000 euros), o pueden utilizar sus nuevas habilidades para postularse en otros lugares.
“Si no hubiera tenido esto, probablemente lo habría hecho de nuevo”, dijo Cameron Moseley.
El programa comenzó en marzo de 2022, por iniciativa de Stef Jones, un ex ejecutivo de publicidad de 58 años.
Tuvo la idea cuando, mientras trabajaba como voluntario en la prisión de Brixton (sur de Londres), los presos reincidentes le dijeron que estaban volviendo a caer en la ilegalidad, sobre todo porque no podían encontrar trabajo cuando salían.
“Si nadie más te da trabajo, yo lo haré”, prometió Stef Jones.
Durante su formación, los participantes seleccionados trabajan en bicicletas donadas por particulares, empresas e incluso la Policía Metropolitana de Londres.
Cada bicicleta se desmonta, se limpia, luego cada pieza se revisa, se vuelve a montar, posiblemente se repara y se prueba nuevamente.
Una vez reacondicionadas, algunas bicicletas están marcadas con el nombre “XO Bikes” y estampadas con un número único que identifica al ex convicto que las reparó.
Luego se venden en el sitio web de la asociación o en sus dos tiendas y los beneficios se reinvierten en el programa.
“Tienes una moto con un pasado y un chico con un pasado, y les das a ambos la oportunidad de tener un futuro digno. Ésa es la idea”, afirma Stef Jones.
– Manténgase en el lado seguro –
Pero la formación también proporciona a los ex presos “rutina, camaradería, apoyo, aliento, la sensación de que están en el lado correcto de la valla, de que tienen opciones”, añade.
Gary Oakley, de 38 años, dice que el programa le ha dado un sentido de propósito y “orgullo” desde que salió de prisión en abril, después de cumplir una sentencia de 18 meses por agresión.
“Tener algo que esperar me impidió deprimirme, quedarme encerrado e ir en la dirección equivocada y terminar en prisión nuevamente”, añade.
Alrededor de uno de cada cuatro presos es reincidente en Inglaterra y Gales, según cifras oficiales, lo que representa un coste de alrededor de 18.000 millones de libras esterlinas al año (21.000 millones de euros).
La reincidencia contribuye a la superpoblación de las cárceles, que obligó al nuevo gobierno laborista hace unas semanas a liberar anticipadamente a 1.700 presos.
Para reformar el sistema penitenciario, el Primer Ministro Keir Starmer –ex abogado y director del Ministerio Público– nombró Secretario de Estado para Prisiones al empresario James Timpson, fundador de un imperio zapatero y filántropo comprometido con la reintegración de los detenidos.
Su empresa de 5.600 empleados emplea a un 10% de expresos.
En 2013, un estudio del Ministerio de Justicia indicó que la tasa de reincidencia alcanzaba el 43% entre los ex presos que no habían encontrado empleo al salir de prisión, frente a una tasa media del 18%.
De los 65 ex reclusos que participaron en el programa “XO Bikes”, sólo dos reincidieron. El programa “funciona”, afirma Stef Jones, que ahora quiere empezar a formarse como barbero.
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