METROEl miércoles por la tarde, Wail, de dos años, estaba jugando en un parque infantil en el barrio de Izards de Toulouse. Pero mientras se deslizaba por el tobogán, el pequeño comenzó a gritar: tenía las manos y las piernas gravemente quemadas. Se llamó a los servicios de emergencia y el niño fue ingresado en el hospital infantil de Toulouse. Según BFMTV, el viernes todavía estaba allí.
Pero ¿qué pasó en este tobogán, como en miles de otros en toda Francia? La policía fue llamada y descubrió que se había vertido un líquido en el tobogán, pero también en todos los demás juegos. “Un líquido, ácido a base de sodio, se esparció por todo el patio de juegos de los niños”, dijo a Franceinfo David Leyraud, secretario de zona de la policía de Sud Alliance. “¿Cómo pueden hacer esto? Estoy destrozada. Mi hijo tiene quemaduras de tercer grado. Ya no puedo ni llorar, he llorado tanto”, dijo su madre.
Dos niños identificados
Inmediatamente se montó un perímetro de seguridad y los agentes descubrieron una botella de refresco vacía cerca del parque. Una botella de refresco “que podría coincidir perfectamente con la utilizada para derramar este líquido”, añade David Leyraud. El producto fue adquirido en un supermercado cercano y, gracias al testimonio de un empleado y a las imágenes de videovigilancia, se logró identificar a dos menores de 11 y 12 años.
“De niños se pueden hacer estupideces, pero esto está más allá de todo. Es un grave problema educativo. Los padres deben asumir su responsabilidad”, afirma la madre del niño. Los dos sospechosos, muy jóvenes, serán interrogados próximamente por los investigadores.
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