“Entre bastidores de las negociaciones de Matignon”

26 JulioTras disolver sabiamente la Asamblea Nacional, Emmanuel Macron se toma un merecido descanso: empiezan los Juegos Olímpicos. Encerrado en su despacho del Elíseo, asiste a la ceremonia inaugural (sin sonido, para ahorrarse los comentarios de Daphné Burki), orgulloso de la imagen que su país está enviando al mundo entero. Se emociona con la poesía de Aya Nakamura, se regocija con el homenaje a Robespierre, se sobrecoge con la gracia de las mujeres barbudas que se arrastran por el suelo y se conmueve con el trío bisexual en la Biblioteca Nacional de Francia. A las 23.31, tiene la confirmación: los profetas de la decadencia, los detractores de la modernidad, los defensores del “antes era mejor”, están equivocados. La grandeza, la belleza y la trascendencia todavía son posibles en 2024: Philippe Katerine aparece desnudo, agachado, con drag queens de fondo.

11 agostoLos Juegos Olímpicos y sus efectos antidepresivos están llegando a su fin. El interludio encantado se está cerrando…