(Londres) El número de mariposas ha experimentado una disminución de una magnitud sin precedentes y “profundamente preocupante” para el estado de la biodiversidad en el Reino Unido, según el recuento anual publicado el miércoles por una asociación británica, que pide al Gobierno que actúe.
Cada verano, decenas de miles de voluntarios en todo el Reino Unido participan en el ‘Big Butterfly Count’, para contar las mariposas que ven durante sus paseos, una iniciativa que permite a los científicos evaluar la salud de las especies y los recursos naturales del país.
Este año, los resultados son “desastrosos”, con el menor número de mariposas observado en 14 años, explica a la AFP el Da Dan Hoare, funcionario de la asociación para la conservación de mariposas.
Según los expertos, las razones de este descenso son múltiples: un verano particularmente húmedo, pero también, en general, la artificialización de la tierra, las prácticas agrícolas y, en particular, el uso de pesticidas, así como el calentamiento global.
Un tercio de las especies de mariposas han alcanzado el nivel más bajo jamás observado y las cifras son inferiores para el 81% de las especies censadas en comparación con el censo del verano de 2023. Una situación “profundamente preocupante”, subraya la asociación.
“Hemos pasado de una situación en la que ver una mariposa en un día soleado era algo normal a una situación en la que se está convirtiendo en un acontecimiento raro”, lamenta Dan Hoare.
Para su asociación, es hora de declarar el estado de “emergencia” para las mariposas, insectos cada vez más amenazados, aunque son esenciales para el mantenimiento de la biodiversidad.
“Tienen un papel muy importante en la cadena alimentaria. Sus orugas son fuente de alimento para muchas especies. […] “Son polinizadores importantes”, explica Dan Hoare.
Entre 1976 y 2019, las mariposas perdieron el 42% de su área de distribución (espacio de presencia geográfica) en el Reino Unido, según un informe de Butterfly Conservation publicado el año pasado, mientras que un informe oficial concluyó que en las últimas décadas, el Reino Unido había perdido casi la mitad de su biodiversidad.
Ante esta situación, Butterfly Conservation pide al nuevo gobierno laborista que tome medidas para proteger la biodiversidad. La asociación pide en particular la prohibición de los insecticidas neonicotinoides.
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