
ANALIZAR – El presidente estadounidense reinvierte a su país en un espacio estratégico abandonado por Europa. Pero también sirve a los intereses del Kremlin.
En general, las amenazas de anexión territorial provienen más de potencias autoritarias del Este. De la Rusia de Putin, que ataca a sus vecinos para obligarlos a regresar a su esfera de influencia. O la China de Xi Jinping, que inauguró el año 2025 con la promesa de que no renunciaría a la reunificación con Taiwán, considerada un proceso inevitable. Pero no de la primera democracia occidental, Estados Unidos. Esos días se acabaron.
Donald Trump, que pronto asumirá el cargo, quiere anexar Groenlandia y el Canal de Panamá. Tiene la intención de fusionarse con Canadá. En cuanto a las dos primeras posibles conquistas, no descartó el uso de la fuerza armada. Dentro del Partido Republicano, muchos acogieron con satisfacción la iniciativa, como el diputado Brandon Gill: « Los pueblos de Panamá, Groenlandia y Canadá deberían sentirse honrados de que Donald Trump quiera incorporarlos al redil estadounidense. » Los analistas lo dijeron…
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