El guardia del presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, se enfrentó a la policía que acudió a arrestarlo. Yoon es objeto de un procedimiento de destitución votado el 14 de diciembre por dos tercios de los diputados de la Asamblea Nacional.
Normalmente tendría que entregarse a las autoridades. En cambio, se niega a obedecer y repite a cualquiera que quiera escuchar que el país está amenazado por fuerzas hostiles antiestatales, internas y externas. Gran locura, responden los que se le oponen. El caos político que amenaza con arraigarse en Corea del Sur podría tener repercusiones en la seguridad de la región.
1) ¿Cuáles son las justificaciones de Yoon y sus seguidores?
Yoon y sus seguidores adoptaron el lema de Donald Trump: “Detengan el robo”. Trump y sus seguidores están difundiendo la falsa idea de que fue Trump quien ganó las elecciones de 2020. Yoon y sus partidarios argumentan que Yoon está defendiendo la democracia y que hizo bien en declarar la ley marcial. Nada podría estar más lejos de la verdad. Yoon había pedido a los soldados que ocuparon la Asamblea Nacional de Corea del Sur que dispararan a los funcionarios electos que intentaran entrar en ella para revertir su decisión. Como defensa de la democracia, hemos visto cosas mejores.
2) ¿Por qué las autoridades no intentaron arrestar a Yoon antes?
El presidente en funciones, Han Duck So, intentó durante varios días impedir el arresto de Yoon negándose a firmar el documento de acusación y negándose a nombrar jueces para los puestos vacantes de la Corte Suprema. En efecto, 3 de los 9 jueces de este tribunal deben ser designados por el presidente o su sustituto. Y para que sea permanente, la destitución de un presidente debe ser ratificada por 6 jueces de 9. Entendemos que las posibilidades de absolución del presidente Yoon aumentan considerablemente con sólo 6 jueces en este tribunal. El 27 de diciembre, los diputados acusaron a Han Duck So. La presidencia la ocupa ahora el ex ministro de Hacienda, que ya ha nombrado a 2 de los 3 jueces faltantes.
3) ¿Qué cuestiones internacionales se esconden detrás de estos acontecimientos?
La crisis en Corea del Sur ilustra los peligros del mal ejemplo de Donald Trump en las democracias. La cuestión es tanto más importante cuanto que Estados Unidos tiene una base militar de 28.000 personas en Corea del Sur. Esta base juega un papel clave no sólo en la defensa militar de Corea del Sur, sino también en todo el sistema militar estadounidense en el este de Asia. Es muy obvio que China y Corea del Norte quieren deshacerse de esta base. Sin embargo, Trump ya ha indicado que quiere que Corea del Sur pague más por el mantenimiento de esta base.
4) ¿Qué podría hacer Trump?
Está claro que Trump podría utilizar los problemas internos en Corea del Sur como excusa para cerrar la base estadounidense allí. El presidente Yoon y sus seguidores también están tratando de cerrar esta base. Esto se debe a que acarician el sueño de fabricar una bomba atómica en Corea del Sur. Un arma de este tipo permitiría a los surcoreanos romper su dependencia del paraguas nuclear estadounidense, haciendo menos necesaria la presencia de tropas estadounidenses en Corea del Sur.
5) ¿Cómo evoluciona la situación?
Afortunadamente, las fuerzas democráticas en Corea del Sur son particularmente fuertes, en un momento de la historia en el que las democracias necesitan más que nunca mostrar solidaridad entre sí para enfrentar el eje chino-ruso.