La Ciudad de Los Ángeles está implementando el desfile a las medidas del presidente electo Donald Trump. El Ayuntamiento de Los Ángeles aprobó por unanimidad el miércoles una ley que ratifica el estatus de “ciudad santuario” de la segunda metrópoli más grande de los Estados Unidos de América. Su objetivo es evitar que los recursos financieros o de personal de la segunda ciudad más grande de los Estados Unidos de América se utilicen para hacer cumplir las leyes federales de inmigración.
Donald Trump, que asumirá la presidencia el 20 de enero, ha prometido llevar a cabo expulsiones masivas de inmigrantes irregulares. Ya ha nombrado a personas de línea dura en el tema para puestos clave. En respuesta, los estados liderados por los demócratas, encabezados por California, han comenzado a examinar medios legales para oponerse a las políticas de inmigración de Donald Trump.
“Reforzar nuestras defensas”
“Hemos sido una ciudad proinmigración durante muchos años. Sabemos que tenemos un objetivo en la espalda con este presidente electo y lo que estamos haciendo aquí es reforzar nuestras defensas”, explicó el concejal Bob Blumenfield en noviembre, durante los debates previos a la votación del miércoles.
Los Ángeles es un crisol de culturas y muchos de sus residentes son inmigrantes de primera o segunda generación. Durante el primer mandato de Donald Trump en la Casa Blanca, California ya se había consolidado como líder de la oposición al multimillonario republicano.
Con sus 39 millones de habitantes, el estado más poblado del país sigue siendo un bastión demócrata. Cuna de la tecnología americana y de las energías renovables, es también una de las locomotoras económicas de Estados Unidos.