Este viernes, Le Figaro y RTL revelan una nueva vuelta de tuerca. Según ambos medios, que se basan en fuentes cercanas al caso, se descubrieron dos rastros de ADN humano desconocido en los huesos y la ropa del pequeño Emile. Sigue siendo el laboratorio de hematología forense de Burdeos el que realizó estos hallazgos. Si estos rastros de ADN están parciales y degradados, es seguro que no pertenecen a ningún miembro de la familia de Emile.
Sin embargo, los investigadores precisan que es posible que estos dos rastros de ADN procedan de una contaminación accidental. Por ejemplo, el excursionista que llevó el cráneo a la policía o los expertos de la gendarmería. Como transmite RTL, incluso si toman todas las precauciones, puede suceder que sin darse cuenta dejen ADN. “Con la humedad y después de un cierto tiempo, las mascarillas y los guantes pueden volverse porosos y permitir la fuga de células”, explicó a nuestros colegas el general Hubert Bonneau, director general de la Gendarmería Nacional.
Por lo tanto, el misterio de este asunto sigue sin resolverse y los investigadores continúan su trabajo…