DESCRIPCIÓN – Aunque el ejército israelí asestó duros golpes a Hezbollah durante su operación terrestre, la milicia está lejos de ser aniquilada. Y no haberla completado podría hacerla regresar más fuerte.
En la mañana del alto el fuego proclamado el 27 de noviembre entre Israel y Hezbollah, cada bando intentó apropiarse de los logros de los dos meses de guerra intensa en el Líbano. “Les prometí una victoria y logramos esta victoria”declaró con orgullo Benjamín Netanyahu, apoyado por su aliado estadounidense, quien también mencionó un “gran victoria”. Al mismo tiempo, Hezbolá también celebró “la victoria de Dios Todopoderoso”en un comunicado de prensa. Entre ruinas y ataúdes, el juego de imágenes está en pleno apogeo en el Líbano, para asestar un golpe final, esta vez psicológico, al enemigo hebreo.
Porque a ambos lados de la frontera, el contraste es sorprendente: las escenas de júbilo que recorrieron el Líbano tras el anuncio de la tregua daban simbólicamente la ilusión de una victoria rotunda de Hezbollah, mientras que en el norte de Israel prevalecía el alivio, mientras que los habitantes de las localidades fronterizas eran…
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