A pesar de las concesiones de Michel Barnier, en particular en materia eléctrica, Marine Le Pen no parecía dispuesta el viernes a renunciar a censurar al Gobierno la próxima semana, multiplicando las advertencias dirigidas a un Primer Ministro al que acusa de “precipitar la crisis financiera”.
En un mensaje publicado sobre “economías estructurales” y “agravar un déficit ya abismal”.
“Tal como están las cosas, el presupuesto del señor Barnier precipitará la crisis financiera generada por siete años de macronismo, de los cuales los fracasos empresariales, el aumento del desempleo y las tensiones en los mercados financieros son sólo el comienzo”, añade.
Un mensaje que corre el riesgo de hacer toser a Matignon en la medida en que estos anuncios – en particular el relativo a los impuestos sobre la electricidad, que representa un déficit de 3,4 mil millones de euros – fueron hechos para responder en parte a las “líneas rojas” de la RN.
Líneas rojas que también incluyen la cancelación de la desindexación parcial de las pensiones a la inflación -tres mil millones de ahorros- el 1 de enero y el reembolso de los medicamentos. Con un ultimátum fijado por Marine Le Pen “hasta el lunes” para que el primer ministro responda.
De hecho, el Gobierno puede modificar su proyecto de presupuesto para la Seguridad Social hasta el lunes si lo presenta ese día a 49,3 (adopción sin votación), como ha anunciado hasta ahora, debido a la falta de mayoría en la Asamblea Nacional.
En cuyo caso, la izquierda presentaría una moción de censura, que podría ser debatida y posiblemente apoyada por RN a partir del miércoles.
“No tenemos la idea de hacer un regalo a Michel Barnier”, insistió en Francia el vicepresidente de la RN Sébastien Chenu, que hoy votaría a favor de la censura porque las concesiones “son de bricolaje”.
En cuanto a la financiación de las líneas rojas de RN, Chenu enumera confusamente un impuesto sobre los excedentes de beneficios, la recompra de acciones, una reducción de la ayuda al desarrollo, una reducción de la ayuda médica a los inmigrantes indocumentados -prometida también el jueves por Michel Barnier- o incluso una reducción de la contribución francesa al presupuesto de la UE.
Y para asegurar que “Francia no se encontrará en un callejón sin salida económico” si no tiene un presupuesto y si los tipos de interés se disparan.
“Si nuestros prestamistas se vuelven demasiado caros, el BCE tomará el relevo”, aseguró, en un inesperado homenaje a la institución de Frankfurt por parte de este partido.
“Para llegar a un acuerdo se necesitan dos”
Por parte del Gobierno, el ultimátum lanzado por Marine Le Pen, a pesar del “gran paso” en materia de electricidad, hace dudar a la portavoz del Gobierno, Maud Bregeon, de las verdaderas intenciones de la líder de RN porque “para llegar a un compromiso, hacen falta dos”.
“¿Quieren realmente Madame Le Pen y la Agrupación Nacional asignar un presupuesto a Francia? “, se preguntó en France 2.
Si bien indicó, sin más detalles, que los anuncios de Michel Barnier serían “compensados de una forma u otra con una reducción del gasto”, sugirió que el gobierno no iría más allá de la renuncia.
“Terminaremos este año con un déficit del 6,1%. Estaremos en el 7% el año que viene si no hacemos nada. Esto constituiría un declive del que Francia tardaría años en recuperarse. Nuestro objetivo es siempre volver a rondar el 5%”, aseguró.
Así que, con censura o no, las apuestas siguen abiertas en la Asamblea. “Creemos que nuestros colegas de RN están ‘entusiasmados’ con la censura”, testifica un diputado de LR. “En la RN son irracionales. Marine Le Pen, dada su situación jurídica, no podemos saber cómo se comportará”, analiza un macronista, en alusión al juicio a los asistentes parlamentarios de RN.
Para el coordinador del LFI, Manuel Bompard, “el señor Barnier caerá. Aunque hace gestos, Madame Le Pen sigue poniendo líneas rojas. Así que si Madame Le Pen y los diputados RN no censuran al gobierno, habrán vuelto a traicionar a los franceses”, predijo en BFMTV/RMC.
(afp)