En Sour (Tyr), en el sur del Líbano, cientos de familias regresaron a sus hogares devastados tras el alto el fuego, pero las redadas israelíes están volviendo inhabitables algunos barrios. Desde septiembre, la fuerza aérea israelí ataca esta ciudad costera de 120.000 habitantes cuyos lugares antiguos están catalogados como patrimonio mundial de la Unesco. Barrios enteros sufrieron graves daños; Cientos de viviendas e infraestructuras vitales quedaron destruidas.
El alcalde, Hassan Dbouq, declaró a la AFP que “Más de cincuenta edificios de entre tres y doce pisos quedaron completamente destruidos por los ataques”y decenas más sufrieron daños de hasta el 60%. “Podemos decir que ninguna casa se salvó”subraya. Las calles de la ciudad quedaron congestionadas el jueves con el regreso de cientos de residentes, pero todas las tiendas y restaurantes permanecieron cerrados. Según el alcalde, “Ya no hay electricidad en los barrios más afectados por los ataques israelíes”. El 18 de noviembre, un ataque israelí tuvo como objetivo la junta de agua, destruyó el edificio y mató a dos empleados. La huelga privó de agua a 30.000 abonados en la ciudad y sus alrededores, explica el presidente de la Oficina, Walid Barakat.
También destruyó bombas de agua y su red de tuberías. “Aquí no había cohetes ni plataformas de lanzamiento. Es una infraestructura pública vital objetivo de la agresión israelí”.denuncia Barakat. La reconstrucción tardará entre tres y seis meses, calcula.
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