Violencia
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Varios grupos, liderados por los islamistas de Hayat Tahrir al Sham, lanzaron el miércoles una ofensiva tras una oleada de bombardeos sirios y rusos. En menos de dos días llegaron a las afueras de Alepo. La violencia provocó la muerte de 200 personas.
La sorpresa no proviene tanto de la ofensiva lanzada el miércoles 27 de noviembre por los rebeldes sirios contra las fuerzas de Bashar al-Assad y sus aliados como de su escala y sus avances. En un día se apoderaron de una decena de pueblos en el noroeste de Siria y de la llamada base militar 46, la principal del ejército sirio al oeste de Alepo. Los combates cesaron al anochecer y se reanudaron al amanecer. Las facciones rebeldes continuaron avanzando este jueves.
Ahora están a menos de cinco kilómetros de Alepo, la gran ciudad del norte de Siria, y en las afueras de Saraqeb. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), también cortaron la autopista M5 que bordea la ciudad y conduce a Damasco, la capital. Nunca, desde marzo de 2020 y la firma de un alto el fuego entre Turquía, que patrocina parte de la rebelión, y Rusia, apoyo del régimen de Bashar al-Assad, se habían producido enfrentamientos tan violentos en la región.
Cierre de la autopista de Damasco
Rumores de ofensiva de grupos armados del N
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