En este mundo ultraconectado, “¿deberían prohibirse las redes sociales a los menores de 16 años?” Mientras que Australia está a punto de hacerlo, en Suiza, de más de 13.200 personas encuestadas en el marco de la encuesta “20 Minuten/Tamedia”, el 78% cree que debería decretarse una edad mínima legal para utilizar TikTok, Facebook o Instagram. Aún más sorprendente es que el deseo de prohibir este tipo de plataformas a los jóvenes menores de 16 años supera el 74% en todas las categorías de edad, desde los 18 hasta los mayores de 65 años.
Si no hay diferencia entre hombres/mujeres y ciudad/campo, desde el PS hasta la UDC, más del 72% está a favor de tal restricción. Los partidarios de los Verdes son los más favorables (84%), y los partidarios del PLR, los menos favorables (72%). Según la ponderación del instituto de encuestas LeeWas, que realizó la encuesta en noviembre, el margen de error se sitúa en el 2,2%.
Una adicción preocupante
El uso “problemático” de las redes sociales está aumentando entre los jóvenes europeos, que también tienen más probabilidades de desarrollar una adicción a los juegos, advirtió en septiembre la Organización Mundial de la Salud. Los síntomas incluyen incapacidad para controlar el uso excesivo, sentimientos de carencia y abandono de otras actividades en favor de las redes sociales.
“Me imagino lanzando una iniciativa en este ámbito”, reaccionó la asesora nacional del centro, Regina Durrer, que se mostró encantada con los resultados de la encuesta. Actualmente, el límite de edad para navegar en las redes sociales varía según la plataforma. En Instagram y TikTok, por ejemplo, son 13 años, aunque en teoría puedes registrarte antes. El funcionario electo también ya está en contacto con diferentes organizaciones.
Su colega del mismo partido, Dominik Blunschy, se opone a una prohibición estatal. El residente de Schwyz cree que esto sería difícil de implementar, por lo que preferiría “normas de autorización más estrictas en las escuelas o restricciones temporales o funcionales”.
Para el socialista Matthias Aebischer, un educador formado, “una prohibición no resuelve el problema”. “Más bien, debemos enseñar a los jóvenes a utilizar los dispositivos electrónicos con prudencia”, explica el consejero nacional bernés. En cuanto al vicepresidente del St. Gallen, Mike Egger, de 32 años, sostiene que prohibir las redes sociales a los jóvenes “no es una tarea del Estado, sino responsabilidad de los padres”.