El presidente ruso Vladimir Putin llegó el miércoles para una visita de dos días a Kazajstán, su “verdadero aliado” aún cortejado por China y Occidente. En particular, debe abordar la realización de proyectos energéticos en este país de Asia Central.
Putin discutirá estos proyectos, así como la situación internacional, durante una reunión el miércoles con su homólogo kazajo, Kassym-Jomart Tokayev. El jueves, segundo día de esta visita, participará en una sesión de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), alianza militar encabezada por Moscú.
En un discurso publicado el miércoles en el periódico La Pravda de Kazajstán, Putin elogió una “alianza probada y orientada al futuro” entre Moscú y esta ex república soviética y elogió a un “verdadero aliado”.
“Hemos sido y seguimos siendo un socio estratégico fiable y un aliado de Rusia en este período difícil de la historia, lleno de conflictos y desastres”, aseguró Kassym-Jomart Tokaïev, en una carta publicada por el medio ruso Izvestia.
Equilibrio
Desde la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, esta es la undécima visita de Putin a Asia Central, una región rica en recursos naturales donde la influencia histórica de Moscú sigue siendo fuerte, aunque cuestionada por China y los occidentales.
Vladimir Putin celebró el hecho de que Kazajstán y Rusia estén “adoptando posiciones similares” a nivel internacional, mientras Astaná mantiene un acto de equilibrio en la guerra en Ucrania apoyando la integridad territorial ucraniana sin condenar abiertamente la invasión rusa.
En septiembre, Tokayev consideró que Rusia era “militarmente invencible” y aseguró que “en Kazajstán, la población siente una verdadera simpatía por el pueblo ucraniano”.
“Proyectos a gran escala”
Kazajstán, como otros países de Asia Central, es acusado por Occidente de permitir que Rusia eludiera las sanciones que le impusieron por la invasión de Ucrania, lo que Astaná niega.
Kazajstán, principal potencia de Asia Central, es un aliado militar y económico de Rusia, con la que comparte más de 7.500 kilómetros de frontera.
Una frontera que, según Tokaïev, garantiza “una amistad eterna y una auténtica buena vecindad”. Sin embargo, el presidente kazajo ordenó esta semana reforzar la defensa territorial de su país, preocupado por la escalada en Ucrania.
Durante esta cumbre, los dos Jefes de Estado podrían discutir la construcción de la primera central nuclear en Kazajstán, un país que produce el 43% del uranio del mundo pero que carece crónicamente de electricidad.
Rusia, a través de su empresa estatal Rosatom, está en la carrera, al igual que China, Corea del Sur y Francia.
Vladimir Putin dijo el miércoles que Rosatom estaba “lista para lanzar nuevos proyectos a gran escala” en Kazajstán. También saludó la “cooperación en el sector del gas y el petróleo”.
Pero Kazajstán, un país sin salida al mar que debe exportar el 80% de su petróleo a través de Rusia, está intentando desarrollar rutas alternativas, en particular a través del Mar Caspio.
Este artículo fue publicado automáticamente. Fuentes: ats/afp