“Las tareas prioritarias que aguardan a Europa ya no corresponden a las expectativas de sus ciudadanos”

“Las tareas prioritarias que aguardan a Europa ya no corresponden a las expectativas de sus ciudadanos”
“Las tareas prioritarias que aguardan a Europa ya no corresponden a las expectativas de sus ciudadanos”
-

miEn las ciencias políticas, es habitual distinguir la legitimidad por el proceso de toma de decisiones (legitimidad del proceso) y legitimidad a través de resultados (legitimidad de salida). El primero es esencial para las democracias, el segundo lo es, por ejemplo, para las organizaciones internacionales. En una democracia, cualquier decisión es, en última instancia, legítima si es resultado de un proceso deliberativo informado. En el mundo tecnocrático los procesos también importan, pero en definitiva menos que los resultados obtenidos.

Más que los procesos en los que se basaron sus decisiones, la Unión Europea (UE) ha obtenido durante mucho tiempo su legitimidad de los objetivos que se fijó y de los resultados que logró. Por eso se le ha criticado por ser indiferente a la voluntad del pueblo. Sólo gradualmente el Parlamento Europeo ganó peso, hasta consolidarse en la mayoría de los ámbitos como colegislador, a la par del Consejo (de ministros de los diferentes Estados miembros). Por lo tanto, la UE ha cambiado, incluso si los ciudadanos todavía tienen dificultades para tratarla como una entidad política por derecho propio.

Hace cinco años, las necesidades y aspiraciones populares coincidían en gran medida. El voto de los jóvenes aumentó la participación y priorizó la acción climática. De esta congruencia nació el Pacto Verde, que es el principal legado programático del último mandato: no pudimos predecir ni el Covid-19 ni la agresión rusa contra Ucrania. Pero hoy la tensión es alta entre estas dos fuentes de legitimidad, porque las tareas prioritarias que le esperan a la UE no corresponden a las expectativas de los ciudadanos empujados y desorientados.

Leer también | Artículo reservado para nuestros suscriptores. Para el BCE, volver a los objetivos presupuestarios de la UE requiere una cura de austeridad

Añadir a tus selecciones

Para Europa, tres temas requerirán decisiones firmes durante el próximo mandato: la economía, porque es imperativo detener la desconexión de Europa de Estados Unidos; defensa, para hacer frente a las amenazas rusas y la perspectiva de que Washington vuelva a centrarse en la seguridad en Asia; y la próxima ampliación a Ucrania, Moldavia y los Balcanes, que no se puede lograr sin reformas profundas.

Restaurar el poder adquisitivo

Mario Draghi presentará pronto un informe a la Comisión Europea, cuyas líneas generales ya ha dado. Destaca firmemente la necesidad de un cambio radical en el ritmo, las prioridades y la gobernanza de la integración europea. No podemos culparlo. La debilidad del poder adquisitivo –o incluso su disminución– se debe principalmente al estancamiento de la productividad. Para crear las condiciones para su recuperación, debemos estimular esta productividad, sin la cual no hay progreso duradero en los niveles de vida. Y para ello, Europa debe confiar en su principal activo: el tamaño de su mercado. Esto requiere integrar con éxito los servicios y los mercados de capital, lo que permitirá a las empresas innovadoras desarrollarse y financiarse a escala.

Te queda el 48,85% de este artículo por leer. El resto está reservado para suscriptores.

-

PREV Marine Le Pen: “A Macron sólo le quedará la dimisión”
NEXT Tres muertes por arma de fuego registradas en menos de 24 horas.