“Tengo que pagar”
Esta sentencia era esperada ya que Dominique Pelicot, de 71 años, nunca ocultó su responsabilidad. A mediados de septiembre se autodenominó “violador” y dijo: “Soy culpable de lo que hice […] Lo arruiné todo, lo perdí todo. Tengo que pagar”.
“La búsqueda de su placer se encuentra en el deseo de someterse a su esposa, de humillar o incluso degradar con sus acciones, sus palabras, a la persona que más ama en el mundo”, acusó el asistente del fiscal.
Durante diez años, de julio de 2011 a octubre de 2020, el septuagenario bombardeó a su esposa con ansiolíticos para luego violarla y entregarla, en su domicilio conyugal de Mazan, a decenas de hombres, que ahora tienen entre 26 y 74 años, a quienes había reclutado. a través del sitio Coco.fr, ahora prohibido.
50 coacusados
Estos 50 coacusados están siendo procesados principalmente por violación agravada, actos por los que también se enfrentan a 20 años de prisión penal. Desmontando los argumentos esgrimidos a veces por algunos abogados defensores desde el inicio de este proceso el 2 de septiembre, el fiscal también aseguró que “no era concebible que Gisèle Pelicot hubiera ingerido voluntariamente estos ansiolíticos”.
Dieciocho de los 51 acusados, entre ellos Dominique Pelicot, parecen detenidos. Otros treinta y dos aparecen en libertad; el último, prófugo, está siendo juzgado en rebeldía.
Durante su último discurso, el 19 de noviembre, Dominique Pelicot, calificado unánimemente de “director” de esta década de repetidas violaciones contra su ahora ex esposa, Gisèle Pelicot, explicó que “dominar a una mujer rebelde era (su) fantasía”.
El veredicto en este emblemático juicio por violencia sexual y sumisión química se espera a más tardar el 20 de diciembre.