Isabella, de dos años, fue encontrada muerta en un cochecito en junio pasado con huesos rotos y hematomas en todo el cuerpo. Un cochecito en el que su madre y su acompañante transportaron su cadáver durante tres días.
Una sucesión de horrores. El británico Scott Jeff, de 24 años, fue declarado culpable este viernes 22 de noviembre del asesinato de la hija de su pareja y de actos de “crueldad”, tras un juicio que duró ocho semanas.
Isabella Jonas-Wheildon, de dos años, fue encontrada muerta el 30 de junio de 2023 en un apartamento de Ipswich, Inglaterra, con hematomas en todo el cuerpo y fracturas en las muñecas y la pelvis provocadas por patadas o pisotones.
La madre de Isabella, Chelsea Gleason-Mitchell, fue declarada culpable de “delito de homicidio”, según un comunicado de la policía de Suffolk, por haber “causado o permitido la muerte de un niño” y “crímenes de crueldad”. La sentencia se pronunciará en una audiencia prevista para el 13 de diciembre. Mientras tanto, la pareja permaneció bajo custodia.
Un mes de calvario
El calvario de Isabella comenzó en mayo de 2023 cuando su madre, de 24 años, entabló una relación con Scott Jeff, con quien ya había mantenido una relación anterior en 2019. A principios de junio de 2023, la pareja abandonó su casa en Bedfordshire, bajo la pretexto de huir de la expareja de Chelsea Gleason-Mitchell y padre de Isabella presentada como violenta. Declaraciones que luego resultaron ser falsas.
Viajaron en tren hasta Great Yarmouth, a unos 90 kilómetros de su casa, y se alojaron en diferentes alojamientos. Al no tener más medios, incluso acamparon durante unos días en una tienda de campaña en una playa antes de encontrar un alojamiento temporal en Ipswich, escenario de la tragedia.
La autopsia realizada confirmó que todas las lesiones de la pequeña se produjeron después del inicio del romance entre Chelsea Gleason-Mitchell y Scott Jeff. Su primera lesión importante en la muñeca se remonta al lunes 12 de junio.
La madre de Isabelle testificó durante el juicio que la ira de Scott Jeff aumentó debido a “accidentes durante el entrenamiento para ir al baño”.
Según la policía de Suffolk, los testigos dijeron que la niña frecuentemente usaba un abrigo de invierno, a pesar del calor, y grandes gafas de sol, presumiblemente para ocultar sus heridas. Lesiones que resultaron fatales el lunes 26 de junio.
Su cuerpo fue transportado en un cochecito durante tres días.
Se cree que Isabella murió a causa de una embolia de la médula ósea y un traumatismo esquelético.
“La médula ósea de sus lesiones pélvicas entró en su torrente sanguíneo y pulmones, provocando la embolia”, se detalla en el comunicado de prensa.
También se descubrieron rastros de cocaína y cannabis en el cuerpo de Isabella.
El profesor Anthony Freemont, patólogo óseo, dijo según la BBC que nunca había visto este grado de lesión pélvica en un niño en sus 40 años de carrera. Sus lesiones son las que se observan generalmente durante “accidentes de tráfico a alta velocidad” o después de “golpes con cascos de caballos”.
Según la pareja, la noche de su muerte Isabella empezó a tener dificultades para respirar. Luego intentaron realizarle reanimación cardiopulmonar. Chelsea Gleason-Mitchell dijo que se dio cuenta de que su hija estaba muerta a las 11:37 p.m. Treinta minutos después, las imágenes de CCTV muestran a la pareja saliendo de compras, riendo, como si nada hubiera pasado.
“Durante los siguientes tres días continuaron viviendo ‘normalmente’, empujando el cuerpo de Isabella en un cochecito”, detalla el comunicado policial, ya sea en el pub, en el autobús o en las tiendas.
Chelsea Gleason-Mitchell terminó contándole a una amiga sobre la muerte de su hija. Fue este mismo amigo quien notificó a la policía. Luego la pareja huyó, dejando el cuerpo de la niña en el cochecito encerrado en el baño. Chelsea Gleason-Mitchell y Scott Jeff fueron finalmente arrestados el 1 de julio.