Si en Francia el Ministerio de las Fuerzas Armadas lucha por respetar su plan de empleo debido a un flujo excesivo de salidas, su homólogo británico vive una situación aún más delicada. Y es sin duda en parte por esta razón que tuvo que decidirse a anunciar, esta semana, el desarme prematuro de los dos últimos buques de asalto anfibio de la Royal Navy, aunque eso significara hipotecar el futuro de la Royal Marine Corps.
Dicho esto, el caso del ejército británico es aún más preocupante. Aunque su formato sigue decayendo desde hace casi quince años, un estudio publicado por el diario The Times en enero estimaba que tendría menos de 70.000 soldados en 2026, mientras que el último estudio de defensa estratégica, publicado en 2021 [et révisée deux ans plus tard] planeaba aumentar su plantilla de 82.000 a 73.500.
Sin embargo, Grant Shapps, entonces ministro de Defensa británico, cuestionó las proyecciones de este estudio. “La fuerza del ejército británico no bajará de los 73.000 hombres”, aseguró. Pero “la cuestión no es sólo cuántos hombres y mujeres hay sobre el terreno. Se trata de cuán letales son sus fuerzas armadas”, añadió.
Sin embargo, al prepararse para dejar su puesto como Jefe de Estado Mayor del Ejército Británico, el general Patrick Sanders dijo que “necesita un ejército diseñado para desarrollarse rápidamente desde un primer escalón y proporcionar recursos en un segundo nivel, para luego entrenar y equipar al ejército ciudadano que seguirá. » Y añadió: “En los próximos tres años, deberíamos poder hablar de un ejército británico de 120.000 hombres, incluidos los reservistas. Pero aún así no será suficiente”.
En cualquier caso, el estudio publicado por el Times no estaba lejos de la verdad… Al menos si creemos en las cifras que John Healey, el actual Ministro de Defensa británico, confirmó durante una audiencia parlamentaria y que el UK Defence Journal informó el 22 de noviembre.
“Cada año se establecen objetivos de contratación que no se alcanzan. El año pasado, la moral de las tropas alcanzó mínimos históricos” y “nuestras fuerzas perdieron cada mes 300 soldados de tiempo completo más de los que reclutaban”, dijo Healey.
La preocupación es que esta tendencia no es nueva… y que es el resultado de “problemas profundamente arraigados”, subrayó el Ministerio británico, como la remuneración, las condiciones de vivienda, las dificultades para conciliar la vida militar y familiar, etc.
Para intentar remediar esto, Healey anunció la revaluación de saldos “más fuerte” en más de 20 años. Se habla de conceder “bonos de retención” de 8.000 libras esterlinas a los suboficiales que ya hayan cumplido cuatro años de servicio. El importe de estas bonificaciones podría llegar incluso a las 30.000 libras esterlinas para conservar competencias clave en el ámbito de la aeronáutica.
Otra medida pretende “agilizar el proceso de reclutamiento”, después de que el Ministro indicó que, durante la última década, del millón de jóvenes que solicitaron ingresar en las fuerzas armadas, el 75% se había rendido antes incluso de realizar las pruebas o las competiciones.