Una parte del Amazonas muestra signos de sabanización: los científicos temen que el fenómeno se vuelva irreversible.
La selva amazónica se acerca a un punto de no retorno: en el sur, ya se está transformando en sabana y más del 20% de su territorio ha sido deforestado o fuertemente degradado. Si se alcanza el umbral del 20 al 25%, Los científicos creen que no habrá manera de detener la sabana del bosque tropical.
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El proceso de sabanización es consecuencia del calentamiento global, décadas de deforestación y repetidos incendios forestales. Entre enero y agosto de 2024, se registraron más de 82.000 incendios en la Amazonia, según el Inpe, el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil. Un récord que representa el peor período en veinte años y que acelera la sabanización de la región.
La savanización, un desastre ecológico en el centro de un círculo vicioso
En la selva tropical del sur, más del 5% de la tierra ya se ha transformado en marquesinas abiertas degradadas, según un estudio publicado en Naturaleza. Varios investigadores y un estudio de la revista científica PNAS Advierten que la sabanización puede extenderse al corazón del bosque tropical.
La deforestación y el calentamiento global provocan sequías locales que intensifican la sequía y los incendios. Este mecanismo “sabaniza” los territorios que se secan y a su vez estimulan sequías e incendios. Al mismo tiempo, las perturbaciones climáticas debilitan el crecimiento de la vegetación, que se vuelve más vulnerable a los incendios forestales. Este proceso aniquila aún más la capacidad del Amazonas para retener las emisiones de carbono y, en cambio, aumenta su difusión.
Un punto de inflexión que se acerca
Según los expertos, ya no podremos detener la progresiva e irreversible sabana de la selva tropical si se alcanza el umbral del 20 al 25% de deforestación. No se deben traspasar otros límites, recuerda Carlos Nobreclimatólogo y ex miembro del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC): la duración de las estaciones secas en la Amazonia no debe exceder los seis meses por año. Actualmente duran cinco meses. Por último, el calentamiento global debe mantenerse por debajo de 1,5°C.
A este ritmo, la investigadora brasileña Luciana Gatti, climatóloga del Inpe, cree que el cambio está por superarse desde 2021 sus estudios le dieron otros cinco años ante la irreversible sabanización de la Amazonía. Carlos Nobre piensa que en el peor de los casos nos quedaría una década, y en el mejor de los casos, el punto de no retorno se produciría alrededor de 2050. Misma estimación para los expertos de la ONU. Los investigadores, sin embargo, advirtieron que el cambio podría llegar mucho antes, sin poder definir una fecha precisa.
Lucha contra la deforestación
Deforestación, incendios, sabana… Estas perturbaciones ecológicas amenazan la selva amazónica, el regulador climático más importante del mundo. Sin embargo, algunas medidas medioambientales han mostrado signos alentadores. Desde el regreso de Lula da Silva al poder, la tasa de deforestación en territorios brasileños ha caído más del 42%.
Pero la mayor defensa contra la destrucción del Amazonas son los pueblos indígenas. Según los datos Según el colectivo de investigación MapBiomas, las tierras indígenas reconocidas por el gobierno brasileño perdieron solo el 1% de su vegetación entre 1990 y 2020, o veinte veces menos que en áreas privadas.
A nivel global, aunque representan apenas el 5% de la población, los pueblos indígenas protegen el 80% de la biodiversidad presente en la Tierra. Y los bosques tropicales mejor conservados del mundo se encuentran en áreas indígenas protegidas.
Florise Vaubien