Confidencias de los viajeros | En moto en República Dominicana

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Viajar es como conducir por una carretera de montaña. Pero entre los altibajos siempre quedarán esos recuerdos imborrables que llevas contigo durante toda la vida. La prensa cuenta las aventuras, grandes y pequeñas, de viajeros que no temen a nada. Hoy: Marc Daoust, quien recorrió República Dominicana en moto.


Publicado a las 11:30 a.m.

La República Dominicana es uno de los destinos de sol más populares para los quebequenses, sobre todo por sus numerosos hoteles con todo incluido.

Sin embargo, los viajeros que se limitan a visitar el país de esta manera se pierden muchas cosas, opina Marc Daoust. “Realmente tenemos que vivir la República de otra manera que a través del todo incluido”, nos escribió hace unas semanas.

Y para este apasionado de las motos, el descubrimiento de la parte oriental de la isla Hispaniola se realizó naturalmente sobre dos ruedas.

En febrero de 2015, por invitación de un amigo que vive en República Dominicana algunos meses del año, voló a Santo Domingo, punto de partida de un viaje en moto de una semana de duración. ¿Tenía el dúo un itinerario específico? “Nos fuimos sin saber muy bien dónde íbamos a dormir por la noche”, responde Marc Daoust, en una entrevista telefónica.

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FOTO PROPORCIONADA POR MARC DAOUST

Marc Daoust

Hay que decir que nuestro interlocutor parece ser de esos a los que les resulta estimulante emprender una aventura sin mucha preparación. ¿La prueba? El primer paso de este periplo en moto fue buscar una montura por las calles de la capital. En lugar de recurrir a una empresa de alquiler, negoció con un residente.

“Era cualquier cosa menos una motocicleta”, dice, describiendo la máquina sin espejos, faros ni frenos traseros. “Yo, que en ese momento tenía una Harley-Davidson, me dije: ‘Estamos cayendo en otro universo’. Pero, al mismo tiempo, cuando viajo es para vivir algo distinto a lo que vivo a diario. »

Ya es un fallo

Marc Daoust apenas había salido a la carretera cuando su moto ya le tenía reservada una sorpresa. Después de repostar gasolina en la gasolinera, ya no pudo volver a ponerla en marcha. Y como si este problema no fuera suficiente, un cliente local empezó a gritarle, dice. “ La bujía ! », gritó el hombre, que incluso lo siguió hasta el taller donde se detuvo para reparar su vehículo.

Sin embargo, cuando el mecánico le dijo que había que cambiarle la bujía, Marc Daoust comprendió que el cliente de la estación de servicio no estaba enfadado con él. “Él sólo quería ayudarme. »

Este incidente ocurrido al inicio del viaje le abrió los ojos a la gran hospitalidad de los dominicanos.

Su amabilidad es también el elemento que más lo marcó durante este viaje y el siguiente, que tuvo lugar en el oeste del país, cerca de la frontera con Haití, en 2016. “La gente no tiene nada, pero darían tú, la luna”, sintió Marc Daoust.

A la hora de cenar, cuando él y su amigo paraban en los pueblos, los lugareños no dudaban en ofrecerles alojamiento y comida a cambio de un poco de dinero.

“Al ser turista fuera del todo incluido, despiertas la curiosidad de los lugareños y ellos están dispuestos a ayudarte”, opina el viajero.

Panorama y aventura

También siguiendo los consejos de los dominicanos, el dúo tomó un camino bastante sinuoso que conecta las regiones de Samaná, Miches e Higüey, en el norte del país. “El panorama era una locura”, afirma, destacando que en aquel momento la carretera era nueva y el asfalto era muy liso, lo suficiente para deleitar a cualquier motociclista.

“Me gusta montar a caballo. Tienes el viento. Tienes olores que se transmiten”, explica el hombre que obtuvo su carnet de motociclista a los 18 años.

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FOTO PROPORCIONADA POR MARC DAOUST

cruzando el rio

Entre los otros buenos recuerdos que Marc Daoust guarda de sus dos viajes en moto por República Dominicana, está también el momento en el que un hombre les indicó el camino a seguir en un río, ya que el puente cercano ya no era seguro. “Cruzamos un río en moto, como los tipos a caballo de las películas de vaqueros. Esto no lo veríamos en los circuitos turísticos”, observa.

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