Israel informó oficialmente a la ONU el lunes de la prohibición impuesta a la UNRWA, la “columna vertebral” de la agencia de la ONU, de ayudar a los refugiados en los Territorios Palestinos Ocupados. Esto en plena guerra en la Franja de Gaza sumida en un desastre humanitario.
Al mismo tiempo, el ejército israelí llevó a cabo nuevos ataques en Gaza y Líbano, donde apunta respectivamente a Hamás y a Hezbolá, dos movimientos islamistas proiraníes.
A pesar de los duros golpes infligidos a Hezbollah, este movimiento continúa lanzando cohetes hacia el norte de Israel, que limita con el sur del Líbano. El lunes, dijo que lanzó una andanada de cohetes contra Safed.
La guerra en Gaza fue desencadenada por un ataque perpetrado el 7 de octubre de 2023 por Hamás en suelo israelí. Al día siguiente y en apoyo a Hamás, Hezbolá abrió un frente contra Israel, que degeneró en guerra abierta el pasado mes de septiembre.
Intentos fallidos
En vísperas de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, principal aliado de Israel, y a pesar de la presión internacional, los intentos de poner fin a las hostilidades fueron en vano.
Una semana después de que el Parlamento aprobara una ley que prohíbe las actividades en Israel de la agencia de ayuda de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Asuntos Exteriores “notificó a la ONU la cancelación del “acuerdo entre Israel y la UNRWA”, según un comunicado de prensa.
Acusaciones repetidas
El acuerdo con Israel se remonta a 1967, cuando ese país inició su ocupación de los territorios palestinos de Cisjordania y Gaza, así como de Jerusalén Este, donde la UNRWA proporcionó durante décadas ayuda esencial a los refugiados palestinos: educación, salud, servicios sociales, asistencia alimentaria y en efectivo.
Israel, que desde hace tiempo es muy crítico con la UNRWA, ha vuelto a acusar a “los empleados de la organización de haber participado en la masacre del 7 de octubre”, según el comunicado de prensa israelí: “La ONU ha recibido innumerables pruebas sobre los agentes de Hamás empleados por La UNRWA y el uso de sus instalaciones con fines terroristas.”
De hecho, Israel nunca ha proporcionado tales pruebas, según la ONU. Sólo las dudas sobre nueve empleados de la Unrwa llevaron al despido de estas personas.
“Colapso humanitario” a la vista
“Si se aplica la ley, se corre el riesgo de provocar el colapso de la operación humanitaria internacional en Gaza, de la que la UNRWA es la columna vertebral”, advirtió Jonathan Fowler, portavoz de la agencia.
La ley, que provocó protestas internacionales el día de la votación el 28 de octubre, entrará en vigor 90 días después de su adopción.
“Matar a todo el pueblo palestino”
“Actualmente, el pueblo palestino depende casi por completo de la ayuda del exterior, especialmente de la UNRWA, e interrumpirla equivale a matar a todo el pueblo palestino”, dijo Abdel Karim Kallab, residente de Khan Younes, en el sur de Gaza.
“Sólo tenemos la Unrwa (para proporcionar ayuda). La gente morirá de hambre y no podrá alimentar a sus hijos”, exclamó Houria Abou Charkh, una persona desplazada de la ciudad de Gaza.
Para Hamás, la decisión de Israel “es un intento de negar a los refugiados el derecho a regresar a sus hogares de los que fueron expulsados por la fuerza por las milicias terroristas sionistas hace más de siete décadas”.
Nuevos ataques israelíes
Israel prometió destruir a Hamás después de su ataque del 7 de octubre. En represalia, el ejército israelí lanzó una ofensiva destructiva en Gaza que dejó 43.374 personas muertas, en su mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud de Hamás.
Bombardea constantemente el pobre y estrecho territorio palestino, donde desde hace más de un año asedia a aproximadamente 2,4 millones de habitantes, la gran mayoría de los cuales han sido desplazados en innumerables ocasiones. El lunes se produjeron nuevos ataques contra el territorio, según testigos.
Hospital bombardeado
El Ministerio de Salud de Gaza informó del bombardeo israelí del hospital Kamal Adwan, el único centro que aún funciona en el norte de la Franja de Gaza.
El ejército “continúa bombardeando violentamente y destruyendo el hospital, atacando todas las partes” del establecimiento situado en Beit Lahia, afirmó el ministerio, subrayando que hubo “muchos heridos entre el personal médico y los pacientes”.
El director del hospital, Houssam Abou Safia, afirmó que varios miembros del personal resultaron heridos y que nadie podía salir del establecimiento. Describió una situación “catastrófica” cuando el ejército no había advertido de estos ataques.
El portavoz de la Defensa Civil de Gaza, Mahmoud Bassal, indicó por su parte que más de 1.300 personas han muerto desde el lanzamiento de la ofensiva militar el 6 de octubre contra el norte del territorio, donde “hay una grave escasez de medicinas, agua y alimentos”. .
Israel sigue impidiendo la ayuda
La ayuda todavía no llega. Según el jefe de la UNRWA, Philippe Lazzarini, el número medio diario de camiones autorizados por Israel a entrar en Gaza cayó a 30 en octubre: “Esto no es suficiente para satisfacer las necesidades de más de 2 millones de personas, muchas de las cuales están hambrientas, enfermas y viven en condiciones desesperadas.
En la frontera norte de Israel, se llevaron a cabo nuevos bombardeos israelíes en el sur del Líbano, donde las tropas israelíes también participan en una ofensiva terrestre desde el 30 de septiembre.
Al menos dos combatientes libaneses de Hezbollah murieron en un ataque en un barrio al sur de Damasco, donde el movimiento proiraní tiene una presencia significativa. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), el ataque tuvo como objetivo “una casa en una granja en el sector de Sayyeda Zeinab utilizada por miembros del Hezbolá libanés y de la Guardia Revolucionaria iraní”.
Casi 2.000 muertos en el Líbano
Desde el 23 de septiembre, Israel intensificó sus ataques contra Hezbollah, afirmando que quería neutralizar este movimiento en las regiones fronterizas del sur y trasladar a sus combatientes al norte del río Litani, situado a unos treinta kilómetros de la frontera israelí. Objetivo: el regreso de 60.000 habitantes del norte de Israel, desplazados por el fuego de Hezbollah.
Al menos 1.940 personas han sido asesinadas desde el 23 de septiembre en el Líbano, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales.
Este artículo fue publicado automáticamente. Fuentes: ats/afp