Este miércoles 5 de noviembre se pide a los estadounidenses que elijan quién será el próximo presidente de Estados Unidos. A medida que nos acercamos a la recta final, Kamala Harris se niega a discutir posibles nombramientos para un futuro gobierno.
A medida que se acercan las elecciones, Kamala Harris aumenta sus viajes y reuniones, pero se niega a discutir posibles nombramientos para un futuro gobierno, por precaución y superstición.
Un enfoque supersticioso de “no el carro delante del caballo”
En la recta final de la campaña presidencial estadounidense, Kamala Harris está totalmente centrada en su misión: ganarle a Donald Trump. Fuentes cercanas a la vicepresidenta dicen que ella dejó claro a sus asesores que no quiere hablar de futuros miembros del gabinete. Harris, quien una vez se describió a sí misma como “un poco supersticioso“, considera arriesgado planificar las candidaturas antes de tener asegurada la victoria.”Prefiere centrarse en lo que tiene delante y evitar proyectarse demasiado hacia adelante.“, explica uno de sus familiares.
Preparativos discretos, pero en marcha
A diferencia de campañas anteriores, no se ha filtrado información sobre posibles miembros de la administración Harris. El comité de transición del vicepresidente, sin embargo, se ha organizado discretamente para gestionar los aspectos logísticos en caso de victoria. Según un portavoz de la transición, “La máxima prioridad es la campaña, pero la infraestructura necesaria estará lista para el período postelectoral.“. Las oficinas ya están instaladas en Washington, mientras que el equipo de Trump trabaja entre Manhattan y el hotel Willard.
Escenarios de incertidumbre postelectorales
Con escenarios de incertidumbre en torno a los resultados, la transición también se prepara para una posible falta de una mayoría clara después del día de las elecciones. En esta eventualidad, Harris y Trump podrían recibir información de la administración Biden, en virtud de una medida adoptada en 2022 para garantizar un seguimiento más estructurado del período de transición.
Opciones estratégicas en caso de victoria
Una victoria de Kamala Harris marcaría la primera transición entre dos presidentes del mismo partido desde Ronald Reagan y George HW Bush en 1989. Esto plantea la cuestión de la continuidad de los equipos existentes, particularmente si el Senado queda bajo control republicano. Un contexto así podría empujar a Harris a mantener a algunos miembros del gabinete de Biden para evitar conflictos prolongados de confirmación en el Senado.
Quienes están cerca de Harris dicen que ella ya ha considerado nominaciones que podrían generar consenso, incluida la posibilidad de incluir a un republicano en su gabinete, aunque no se han mencionado nombres públicamente. Sin embargo, Harris parece estar considerando nombrar a sus propios asesores para puestos clave en la Casa Blanca y renovar parte del gabinete.
Un equipo listo para un comienzo rápido
Yohannes Abraham, ex embajador ante la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, lidera actualmente los preparativos para la transición, junto con asesores de larga data como Josh Hsu y Dana Remus. Si Harris gana las elecciones, este equipo debería formar rápidamente paneles de revisión de agencias, nombrar a los primeros asesores de la Casa Blanca y formar un gabinete. Una transición rápida pero efectiva parece ser el objetivo principal del equipo de Harris al liderar la administración entrante.
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