Esta toma destaca cómo la presencia de tropas norcoreanas representa un “peligrosa expansión de la guerra” en Ucrania, en palabras del secretario general de la OTAN, Mark Rutte, que ve “una amenaza para la seguridad del Indo-Pacífico y Euroatlántico”. Según los expertos, Corea del Norte es uno de los países más militarizados del mundo.
Armar a toda la población.
La República Popular Democrática de Corea, el país más cerrado del mundo, es reservado por naturaleza. La principal preocupación es que la República de Corea (Sur) vigila atentamente a este vecino con el que está en guerra desde 1950. El Libro Blanco de 2022 del Ministerio de Defensa de Corea del Sur proporciona estimaciones sobre el tamaño y la organización del ejército norcoreano.
La propaganda estatal de Pyongyang, dice, pide “armar a toda la población” Corea del Norte y defender a su líder, Kim Jong-un, como “armas y bombas humanas”. Esto se traduce en millones de reservistas, estimados en un tercio de los 25,8 millones de habitantes del país. El ejército en servicio ascendería a 1,3 millones. El servicio militar dura de ocho a diez años para los hombres de 17 a 30 años y de cinco años para las mujeres.
Estados Unidos, Japón y Corea del Sur: un entendimiento común en una región estratégica bajo alta tensión
El Ministro de Defensa de Corea del Sur, Kim Yong-hyun, consideró con orgullo el envío de tropas norcoreanas a Rusia: “No visten sus propios uniformes, sino que se disfrazan con uniformes rusos, no tienen control operativo y sólo obedecen órdenes rusas. Corea del Norte no envía tropas, sino mercenarios que sirven como carne de cañón”.
Habilidades desconocidas
Dejando a un lado el desprecio, la capacidad operativa de los soldados norcoreanos suscita dudas. Sus verdaderas habilidades siguen siendo un misterio. Aparte de algunos cruces fronterizos con el sur de la península, Corea del Norte no ha participado en un conflicto importante desde la Guerra de Corea hace setenta años.
La columna vertebral del ejército norcoreano está formada por sus fuerzas especiales, que cuentan con 200.000 soldados, mejor equipados, mejor entrenados y mejor alimentados que sus colegas. En el pasado, estas unidades llevaron a cabo incursiones en Corea del Sur. El más conocido ocurrió en 1968, cuando un comando logró acercarse a la residencia del presidente surcoreano.
Armas anticuadas y escasez de alimentos
Varias décadas de sanciones internacionales han devastado la economía de Corea del Norte, que sufrió una hambruna en la década de 1990. A pesar de mantener relaciones con China y Rusia, se dice que las armas y equipos convencionales son la mayor parte de ella. Los pilotos de su fuerza aérea rara vez vuelan debido a la falta de queroseno. Si hemos de creer en los testimonios de los desertores que se dirigieron al Sur, la mayoría de los soldados sufrían una escasez crónica de alimentos y la corrupción era endémica.
El gasto militar anual de Corea del Norte costaría una cuarta parte de su producto interno bruto. El ejército opera su propia vasta red de granjas, empresas comerciales, pesquerías y operaciones mineras. Según el libro blanco de 2022 del Ministerio de Defensa de Corea del Sur, “Corea del Norte tendría un stock de equipo de reserva suficiente para uno a tres meses en caso de guerra..
¿Una treintena de ojivas nucleares?
La principal amenaza que plantea Corea del Norte es de otra naturaleza, como nos recuerdan el lanzamiento de un misil el 31 de octubre y los comentarios realizados al día siguiente por su jefe diplomático. Declaró desde Moscú que su país “fortalecer (sus) armas nucleares ofensivas estratégicas y […] mejorar (su) capacidad de respuesta nuclear”.
En 2017, tras su sexto ensayo nuclear y el lanzamiento de un misil balístico intercontinental, Corea del Norte declaró haber completado su “capacidad nuclear estatal”. Después de que Kim Jong-un llegó al poder en 2011, el país centró sus recursos en desarrollar sus capacidades nucleares y de misiles. Sus reservas estimadas de plutonio (70 kg, según Corea del Sur) sugieren que posee una treintena de armas nucleares.
El alcance de sus misiles balísticos intercontinentales le permite teóricamente atacar a Estados Unidos o Europa. Según Corea del Norte, el misil probado el 31 de octubre es un misil balístico intercontinental de combustible sólido de un nuevo modelo, el Hwasong-19.