La COP16 de la Biodiversidad finalizó el sábado en Cali al no lograrse un acuerdo sobre el financiamiento de la hoja de ruta que la humanidad se ha marcado para detener la destrucción de la naturaleza al 2030.
Las negociaciones fueron suspendidas por la mañana por el presidente colombiano de la cumbre cuando Susana Muhamad constató que se había perdido el quórum de delegados y salió a tomar su avión después de una noche de insomnio en el plenario. “Se acabó”, dijo a la AFP Susana Muhamad, desde la tribuna donde se felicitaba con sus equipos.
A pesar del fracaso de negociaciones cruciales sobre financiación y sobre un mecanismo de seguimiento, que supuestamente garantizaría que los países cumplan sus compromisos asumidos hace dos años en Montreal para salvar la naturaleza.
Varias decisiones
La presidencia colombiana, sin embargo, se alegra de haber obtenido la adopción de decisiones que había considerado prioritarias: un estatus reforzado para los pueblos indígenas en las COP sobre biodiversidad, un texto sobre el reconocimiento de los “afrodescendientes” y la implementación de un fondo multilateral (leer marcos).
Este último tiene como objetivo compartir con los países en desarrollo los beneficios obtenidos por las empresas gracias al genoma digitalizado de plantas y animales en sus territorios.
Después de más de diez horas de amargos debates nocturnos el sábado, los países finalmente abordaron el tema más explosivo de la conferencia: cómo lograr para 2030 el objetivo de aumentar el gasto mundial en alimentos a 200 mil millones de dólares por año para salvar la naturaleza, incluidos 30 mil millones. en ayuda de los países ricos.
Posiciones fijas
Para lograrlo, la presidencia colombiana presentó una hoja de ruta que incluye la creación de un nuevo fondo para la naturaleza, algo que es rechazado por los países ricos, hostiles a la multiplicación de los fondos multilaterales de ayuda al desarrollo.
Como era de esperarse, el discurso de Brasil, principal valedor de Colombia, en respuesta a los de la UE, Japón y Canadá, reveló posiciones aún congeladas tras doce días de cumbre. Panamá solicitó entonces a la presidencia colombiana verificar el quórum. Al no estar ocupados, esta es la razón esgrimida para suspender el plenario de clausura.
“Por supuesto, esto debilita y ralentiza el potencial” del proceso de la ONU destinado a remediar la crisis natural que amenaza la prosperidad de la humanidad, declaró Muhamad. “El gobierno colombiano se ha movilizado mucho (…) el pueblo colombiano lo ha dado todo, (…) pero al final depende de las partes y del proceso de negociación”, justificó, al borde de las lágrimas.
afp/sjaq
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