ADespués de cinco años de analizar la situación de los derechos humanos en Italia, la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia (Ecri), una emanación del Consejo de Europa, ha publicado su informe.
El órgano está alarmado por una xenofobia “cada vez más presente en el discurso público” y un discurso político con “connotaciones extremadamente divisorias y hostiles” hacia los refugiados, los ciudadanos italianos de origen inmigrante o las personas LGBTQ.
“Los discursos de odio, incluidos los de altos dirigentes políticos, rara vez son cuestionados”, lamenta el organismo de expertos en el tratamiento de cuestiones relacionadas con la discriminación.
Aunque el número de romaníes que viven en campos ha “disminuido considerablemente”, sus desalojos forzosos, “contrariamente a las normas internacionales, no han cesado”, recuerdan los expertos de la Comisión.
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“Expuestos a altos riesgos”
“Expuestos a altos riesgos de explotación laboral”, muchos inmigrantes irregulares “muy rara vez denuncian este tipo de abuso por miedo a ser deportados”, añaden.
Italia, que ocupa el puesto 34 entre 49 países evaluados en Europa por ILGA-Europa, una ONG que lucha por los derechos de las personas LGBTQ, “todavía no prohíbe explícitamente” la discriminación basada en la orientación sexual o la identidad de género.
Las personas LGBTQ “continúan experimentando prejuicios y discriminación en su vida diaria”, señala el informe.
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Recomendaciones
Basándose en estas observaciones, Ecri formula una serie de recomendaciones, incluida la creación de un organismo de promoción de la igualdad “totalmente independiente”, así como la adopción de un “plan de acción nacional para combatir el racismo”.
El organismo también propone garantizar que los programas escolares hagan hincapié en “la igualdad, la diversidad y la inclusión”.
Desde que llegó al poder en 2022, la líder del partido de extrema derecha Fratelli d’Italia, Giorgia Meloni, ha liderado una política migratoria extremadamente estricta.
Quien se define como una “madre cristiana”, apegada a los valores familiares tradicionales, también se ha opuesto repetidamente al “lobby LGBT”.
El Consejo de Europa, que tiene su sede en Estrasburgo, tiene 46 países miembros. Es responsable de defender los valores de la democracia y los derechos humanos en el continente.
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