En Devon, Reino Unido, una mujer casi se pierde su boda debido a una crisis nerviosa. Esto sin contar con dos desconocidos que acudieron en su rescate.
Bien está lo que bien acaba. El día más feliz de la vida de Paige Lawson estuvo a punto de convertirse en una pesadilla cuando el coche de su boda se averió. Dos personas que pasaban por allí finalmente lograron darse cuenta de la situación.
Mientras Paige Lawson, de 28 años, viajaba a su boda con Steph Lawson, de 37 años, en una vieja furgoneta Volkswagen, esta última perdió la rueda y se detuvo.
Un auténtico susto para la inglesa, acompañada de su madre, su testigo y su perro. “Estaba en medio de la calle, con mi vestido, con mi ramo, agitando los brazos para pedirle a alguien que se detuviera. Tenía lágrimas en los ojos y apenas podía ver”, le dijo a la BBC.
Según ella, las tres mujeres escucharon un “ruido extraño” antes de ver una “rueda rodando por la carretera”. Finalmente, Paige Lawson logró llamar la atención de Catherine Scawn, una florista, y su esposo, quienes se detuvieron al costado de la carretera al darse cuenta de lo que estaba sucediendo.
“Sin ellos, no habría podido casarme”.
Conmovidos por la situación, la pareja decidió ayudar a Paige Lawson y a sus dos familiares a ir a su boda. “Fue increíble, hubiéramos llegado demasiado tarde sin ellos, realmente salvaron el día”, explicó la novia.
“No creo que pueda agradecerles lo suficiente por lo que han hecho. Sin ellos no habría podido casarme”, añadió.
Por su parte, la segunda novia, Steph Lawson, pensó que su futura esposa estaba “intentando volverla loca”, antes de recibir una llamada explicándole la inesperada situación.
Después de la ceremonia, las novias se reunieron con la pareja de héroes para agradecerles por este acto de bondad. “Espero que no le haya arruinado demasiado el día y que pueda recordarlo riendo”, testificó Catherine Scawn.
