Georgia, dilema y desafío para la Unión Europea

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Manifestación contra el proyecto de ley sobre la “influencia extranjera”, en Tbilisi, el 3 de mayo. ZURAB TSERTSVADZE / AP

A los europeos todavía les cuesta creerlo. Apenas cuatro meses después de conceder a Georgia el estatus de candidata oficial a la Unión Europea (UE), observan estupefactos el regreso al Parlamento del controvertido proyecto de ley sobre la “influencia extranjera” en esta ex república soviética del Cáucaso Meridional.

El texto, inspirado en una ley rusa de 2012 destinada a silenciar a la sociedad civil y a los medios independientes, se considera incompatible con los valores democráticos y europeos. Su adopción definitiva, prevista para junio, pondría en peligro el acercamiento a la UE, consagrado en la Constitución georgiana y al que aspira el 80% de la población.

En Tiflis, miles de personas se manifiestan cada día desde hace tres semanas para exigir su retirada, en un contexto de creciente represión. Pero, a diferencia de marzo de 2023, cuando el proyecto de ley se presentó por primera vez en el Parlamento antes de ser abandonado bajo presión, el gobierno parece hacer oídos sordos a las protestas y a la condena internacional.

En Bruselas, la situación es extremadamente preocupante. Tras la represión en las calles de la capital georgiana, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, transmitió el 1ejem Que una declaración condenando “violencia en las calles de Tbilisi” y compartiendo su “Preocupaciones por la ley de influencia extranjera”. Una intervención inusual. “No todos los días habla el presidente. Esto demuestra el estado de preocupación dentro de la Comisión”analizamos desde el lado del ejecutivo europeo.

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Los Veintisiete están aún más alarmados cuando el hombre fuerte de Georgia, el oligarca multimillonario y fundador del partido gobernante, Bidzina Ivanishvili, pronunció el lunes 29 de abril un discurso decididamente antioccidental al más puro estilo del Kremlin. En su diatriba vehemente y conspirativa, equipara a los occidentales, la oposición y la sociedad civil georgiana con enemigos, acusados ​​de fomentar una revolución para derrocar al gobierno y desestabilizar el país.

Este hombre discreto, que obtuvo la nacionalidad francesa en 2010 y a quien Francia concedió la Legión de Honor en 2021, anuncia también la represión de cualquier opositor al gobierno tras las elecciones legislativas previstas para octubre. Concluye asegurando, contra toda evidencia, que“En 2030, Georgia se unirá a la UE”.

Prueba de credibilidad para los Veintisiete

Además de las instituciones europeas, también los Estados miembros están muy preocupados. El ministro de Asuntos Exteriores lituano, Gabrielius Landsbergis, aseguró en la red social “Con el corazón roto, escuchar la visión de Ivanishvili para el futuro de Georgia. (…). Hoy nos sorprende ver cómo los georgianos se ven arrastrados a la falta de libertad por aquellos que más temen a la libertad”.

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