Publicado el 28 de septiembre de 2024 a las 21:52 / Modificado el 28 de septiembre de 2024 a las 21:54
No dejaría su pequeño cubo de hormigón por nada del mundo. Mahjoub Abdoulaye tiene su habitación, su propio espacio. Ciertamente, su única habitación sólo ofrece espacio para su colchón, pero puede encontrarse allí solo, escuchando música, deambulando por las redes cuando tiene crédito, como un joven mauritano de 22 años. El problema: la arena que poco a poco se va acumulando en el fondo de su única ventana. Adentro. La duna va más allá de la parte superior del cristal y poco a poco se introduce en la habitación de Mahjoub. Ella no estaba allí cuando se construyó el cubo. Pero con el cambio climático, el desierto avanza muy rápidamente en Chinguetti.
Esta pequeña localidad del este de Mauritania ha vivido siempre como una “puerta al desierto”, lo que le permitió convertirse en una prestigiosa escala para el comercio caravanero del Sáhara, y paso obligado para los peregrinos de África Occidental procedentes de La Meca. El casco antiguo tuvo que ser limpiado de arena en 2004, como consecuencia de una acumulación de tormentas.
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