Los llaman “hospitales del horror”. La policía malasia anunció el sábado 21 de septiembre la detención de 355 personas en el marco de su investigación sobre cientos de casos de niños que fueron víctimas de agresiones físicas y sexuales en hogares de acogida en todo el país.
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El inspector general de policía Razarudin Husain dijo que los sospechosos fueron arrestados durante una operación dirigida contra miembros de Global Ikhwan Services and Business Holdings (GISB). El conglomerado islámico está acusado de gestionar las residencias y de tener vínculos con la ahora extinta y prohibida secta islamista Al-Arqam. Entre los arrestados se encuentran el director ejecutivo de GISB, Nasiruddin Ali, y otros 30 miembros del grupo.
Según Razarudin Husain, la policía realizó redadas en 82 lugares distintos, incluidos refugios, centros de salud, empresas, escuelas religiosas y residencias privadas. Durante la operación se rescató a unas 186 víctimas, añadió.
Una primera ola de arrestos el 11 de septiembre
El GISB había negado inicialmente todas las acusaciones de violencia e incluso dijo que no dirigía los centros implicados en los estados occidentales de Selangor y Negeri Sembilan. Pero Nasiruddin Ali admitió el 14 de septiembre haber cometido violencia sexual, aunque rechazó las acusaciones de que se produjeran agresiones masivas.
El 11 de septiembre, la policía malasia había detenido a 171 personas, entre ellas profesores y educadores religiosos, y había detenido a más de 402 niños tras allanar 20 “focos del horror”. Según Husain, creen que son hijos de miembros del GISB. El martes anunció la congelación de 96 cuentas vinculadas al GISB que contenían unos 124.000 dólares (111.000 euros).
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