Hace al menos dos meses que los jóvenes de Mbacké y Touba prepararon con cierta calidez el concierto de Wally Seck en el estadio Iba Gueye. Estaba previsto para el 25 de diciembre. Una gran campaña de comunicación fue desplegada por la promotora. Desafortunadamente, esto sin tener en cuenta la amenaza de Baayfaal que pendía como una espada de Damocles sobre la “cabeza” del evento.
LOS BAAYFAAL NO ESTÁN BROMA
De hecho, desde hace algún tiempo, el “kurel Samm Warmaay Touba” observa que las multitudes abandonan a menudo Mbacké para regresar a la ciudad. Se trataba de jóvenes de todos los sexos que regresaban de los partidos de fútbol de Navétane organizados por Odvcav. (Por cierto, Touba cuenta actualmente con 24 equipos de fútbol de Navétane, mientras que Mbacké cuenta con 23). “Nada más que este tipo de reuniones perturba la tranquilidad de la ciudad”, nos susurró un líder religioso. Como reacción a este tipo de comportamiento, el Baayfaal ya había tomado medidas enérgicas contra más de un centenar de jóvenes que acababan de terminar el derbi Ndamatou-Ocass, hace menos de dos semanas. 139 de ellos se encontraron con la cabeza rapada. Este fue el castigo que se les dio.
Desde entonces, a las prohibiciones se ha sumado el retorno masivo de las manifestaciones organizadas en Mbacké. Un dirigente de un equipo de fútbol con sede en Touba nos dijo por teléfono: “Serigne Mountakha había pedido claramente a los jóvenes que quisieran realizar determinadas prácticas prohibidas en Touba que fueran a Mbacké. No jugamos al fútbol en la ciudad religiosa. Y cuando volvemos de Mbacké, conseguimos no pisotear ninguna receta. Por tanto, son ellos quienes se salen de su ámbito de actuación y no nosotros”. (Nuestro interlocutor insistió en que se mantuviera en anonimato su identidad).
RESPUESTA JUVENIL A TRAVÉS DE SR
Conscientes de que el simple deseo de participar en el concierto de Mbacké era sinónimo de “sacrilegio”, muchos jóvenes se retiraron. Sin embargo, otra franja había decidido, a sabiendas, desafiar las prohibiciones. Primero, se creó un grupo de watshapp al que llamaron: “And Khekh Baay Fall Yi”. Cuando tomamos la captura de pantalla, había 247 miembros. Mientras tanto, el grupo se ha ampliado. En las discusiones quedó claro que algunos de ellos estaban decididos a contraatacar. Un intercambio verbal entre un líder religioso de Baayfaal y un miembro de dicho grupo menciona incluso el suministro de bombas molotov a los “jóvenes rebeldes”.
Peor aún, en un vídeo publicado en Internet, un joven anunció su compromiso de llenar 09 autobuses frente a la gran mezquita de Serigne Cheikh Saliou Mbacké, comprometiéndose a no permitir que esto suceda si el Baayfaal interviniera alguna vez. Lo anterior presagiaba inmediatamente enfrentamientos.
WALLY TIRA LA BOMBA.
Informado de la alta tensión que reinaba en la ciudad, Wally Seck finalmente asumió la responsabilidad de cancelar el concierto. Una decisión que anunció ayer. “Si hubiera sabido que este concierto que había decidido realizar en Mbacké iba a causar revuelo, nunca lo habría considerado. Agradezco a la organizadora por aceptar renunciar, porque pudo mantenerlo bien. Informe a aquellos que ya hayan terminado de comprar boletos que estos boletos siguen siendo válidos. Pronto les ofreceremos otra ubicación. No quiero que mi nombre se vea envuelto en problemas, especialmente cuando son la comunidad Mouride y Baayfaal quienes están preocupados”.
¡QUÉ ESPERAR!
Con esta decisión de Wally, ahora podemos temer dos o tres cosas. En primer lugar, los músicos deberían tomar conciencia del peligro que corren organizando conciertos en Mbacké y decidir excluir este destino de su programación (aunque Momo Dieng y Kéba Seck actuaron esta semana en Mbacké), pues los 23 Asc de Touba son llevó a desaparecer de las pinturas navetanas de Mbacké y que finalmente… ¡Volveremos a ello!
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