Donald Trump y sus aliados republicanos planean atacar a grupos progresistas que perciben como enemigos políticos en una señal de un “autoritarismo” cada vez más profundo, advirtió un organismo de control estadounidense.
El presidente electo podría potencialmente utilizar el Departamento de Justicia y el Servicio de Impuestos Internos (IRS) para atacar a investigadores y organizaciones sin fines de lucro, iniciar investigaciones con motivaciones políticas y aprobar leyes para restringir sus actividades.
“Trump ha dejado claro que planea utilizar su segundo mandato para atacar el ecosistema progresista y a sus supuestos enemigos”, dijo a The Guardian Adrienne Watson del Proyecto de Integridad del Congreso (CIP). “Ésta es una progresión preocupante del autoritarismo de Trump que socavaría nuestra democracia”.
El CIP anunció el miércoles que intentará contrarrestar tales abusos de poder con una nueva iniciativa para defender a los grupos e individuos progresistas. El Proyecto de Defensa Cívica estará dirigido por Watson, ex portavoz de la Casa Blanca y del Comité Nacional Demócrata.
Los temores han surgido por la considerable superposición de la agenda del segundo mandato de Trump con el Proyecto 2025, un plan de políticas del grupo de expertos Heritage Foundation que incluye planes para atacar a organizaciones sin fines de lucro, investigadores y grupos de la sociedad civil que han desafiado las narrativas de negación electoral.
Los activistas dicen que la amenaza se extiende más allá de las investigaciones políticas e incluye aprovechar agencias gubernamentales como el departamento de justicia y el IRS para investigar, procesar y cerrar organizaciones que se oponen a las políticas de la administración.
Trump ha nominado a personas con un historial de atacar a organizaciones sin fines de lucro con las que no están de acuerdo para puestos clave, incluidos Billy Long como comisionado del IRS y Pam Bondi como fiscal general. Kash Patel, el candidato de Trump para director del FBI, ha prometido “perseguir” a los medios de comunicación y organizaciones sin fines de lucro que, según él, “ayudaron a Joe Biden a manipular las elecciones presidenciales”.
Los republicanos del Congreso tienen un historial de atacar a organizaciones sin fines de lucro, incluidas organizaciones benéficas, grupos de defensa y universidades, dice el CIP. Esto incluye recientemente intentar investigar y restringir las actividades de organizaciones exentas de impuestos que apoyan causas a las que se oponen.
Josh Hawley, senador republicano y aliado de Trump, ha pedido al Departamento de Justicia que cierre las organizaciones que respaldan protestas que impliquen desobediencia civil. El senador JD Vance, ahora vicepresidente electo, presentó un proyecto de ley para retirar el apoyo federal e imponer un impuesto especial del 50% a las universidades que no detengan las protestas estudiantiles.
Los republicanos han prometido continuar sus investigaciones sobre Joe Biden y su familia, a pesar de que investigaciones anteriores no arrojaron evidencia de irregularidades. El presidente del subcomité de administración de la Cámara, Barry Loudermilk, exige que un nuevo panel investigue el ataque del 6 de enero de 2021 y el comité original del 6 de enero.
En otra señal ominosa, el mes pasado la Cámara aprobó una legislación que daría al Departamento del Tesoro autoridad unilateral para despojar del estatus de exención de impuestos a organizaciones sin fines de lucro que, según afirma, apoyan el terrorismo. Los críticos han expresado su preocupación de que esta ley pueda usarse para aplastar la disidencia.
Y el miércoles, el comité de administración de la Cámara de Representantes celebrará una audiencia para investigar la supuesta “interferencia extranjera” en las elecciones por parte de entidades como la plataforma demócrata de recaudación de fondos ActBlue. El presidente Mike Johnson ha prometido que la investigación de ActBlue y de los grupos y campañas progresistas continuará en el próximo Congreso.
El Proyecto de Defensa Cívica dijo que funcionará como una sala de guerra de respuesta rápida para desacreditar los ataques y defender a aquellos que son atacados injustamente. El CIP continuará su trabajo responsabilizando a los investigadores por ataques partidistas.
“Donald Trump y sus aliados Maga han pasado el último mes señalando sus intenciones de utilizar sus nuevas posiciones de poder para perseguir a sus enemigos políticos”, dijo Watson. “El Proyecto de Integridad del Congreso se enorgullece de lanzar nuestro nuevo programa para defender a las personas y la infraestructura progresista de estos ataques infundados y al mismo tiempo continuar con el trabajo vital de responsabilizar a quienes abusan de sus posiciones”.
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